Comienza la cuaresma y pienso en la ternura y la misericordia de Dios. Es este tiempo de desierto un tiempo de misericordia. Dios me mira conmovido, compasivo y me ama como soy, sin condiciones. Viene a mi vida para que mi vida cambie y sea mejor.
Con el miércoles de ceniza comienza un nuevo camino por el desierto. ¿Por qué necesito la ceniza para caminar? Podría comenzar sin necesidad de que nadie me las pusiera en la cabeza. La ceniza me habla de muerte, de olvido, de fuego consumido, de vida destruida, de soledad, de desamparo. ¿Qué necesidad tengo de revestirme de ceniza? ¿Para qué las necesito?