La espiritualidad de Schoenstatt se caracteriza por ser
Mariana
Schoenstatt cultiva una relación personal y profunda con María, la madre de Dios, como el “camino más rápido, corto y seguro hacia Cristo” (ver encíclica Ad diem illum). Encuentra su riqueza mariana en la Alianza de Amor con María en el Santuario de Schoenstatt como lugar de gracias.
Moderna
Schoenstatt trabaja para dar respuestas a los retos del mundo moderno en cuanto a vivir la fe y el esfuerzo por la santidad. El “hombre nuevo en la comunidad nueva” es un intento de integrar el Evangelio con rasgos tan típicos de la persona y la sociedad modernas como la libertad, la individualidad y la vida en estrecho contacto con el mundo.
Orgánica
En Schoenstatt comprendemos la espiritualidad en sintonía con la vida, integrando la naturaleza y la gracia, lo natural y lo sobrenatural. Este acento es tanto más importante cuanto más afectada se encuentra la persona moderna por la ruptura de relaciones sanas, tanto a nivel de Dios…
Concreta y práctica
Schoenstatt no se limita a aclarar dogmas o teorías para que sean aplicados sin más por cada uno, sino que a través de su espiritualidad, toma las verdades de la fe y las baja a la realidad concreta de la vida diaria en forma pedagógica. Este proceso es imprescindible, ya que nos permite evaluar…
- Espiritualidad de la Alianza
- Piedad instrumental (o instrumentalidad)
- La santidad de la vida diaria
El cristianismo es una religión basada en una Alianza
Las Alianzas del Antiguo y Nuevo Testamento son el núcleo de la revelación de Dios sobre cómo nos salva y nos atrae hacia sí. Esto juega un papel central en la espiritualidad de Schoenstatt.
La primera alianza de amor con María en el Santuario de Schoenstatt se constituyó en la fundación del Movimiento, y esta misma alianza es vista como la clave de la identidad distintiva de Schoenstatt y sus múltiples formas de vida.
Esta alianza con María fortalece y profundiza la alianza con Dios, ya que nos brinda la experiencia de conocer y amar personalmente a nuestra aliada celestial, nos hace conscientes de que María nos conoce y nos ama. Con ella vivimos nuestra historia personal de salvación, y crecemos a través de los anhelos y la fragilidad hacia una mayor fidelidad ante Dios.
La experiencia de alianza es para Schoenstatt también esencial en el fortalecimiento de nuestros vínculos en el nivel más humano y natural, abriéndonos así para profundizar el mundo sobrenatural en nuestros corazones..
La espiritualidad de la alianza de Schoenstatt llega a todos los ámbitos de la vida, y se conoce como dimensión cuádruple de la alianza de amor. En última instancia, la alianza de amor con María debería convertirse cada vez más en:
- el propósito fundamental,
- forma,
- fuerza
- y norma de nuestra vida (P. Kentenich, 1952).
Nos ayuda a vivir la alianza con Dios y a ser testimonios como cristianos en el mundo de hoy.
Instrumentalidad
La alianza de amor con María implica por un lado una formación personal, por otro lado un ofrecimiento de sí mismo a Dios para ayudar a construir su reino en la tierra. En este sentido, la alianza es apostólica. Esencial para la espiritualidad de Schoenstatt es, por lo tanto, el cultivo de nuestra actitud y vida como instrumentos de Dios.
Detrás de esto está la necesidad de renovar constantemente el deseo de buscar y hacer la voluntad de Dios y superar la tendencia a hacer solo la voluntad propia. Aquí, el sellar la Alianza de amor a nivel poder en blanco e Inscriptio han llevado a muchos a convertirse en instrumentos más eficaces de Dios. Aquí también el cultivo de la filialidad ante Dios juega un papel importante, ya que la persona con más seguridad confiará en Dios y así cumplirá su voluntad.
Santidad de la vida diaria
Ver Gaudium et spes 33-34;CCC 1533, 2013 (vocación a la santidad) 2427 (dignidad del trabajo)
La vocación cristiana es un llamado a la santidad. En Schoenstatt este llamado se vive como santidad diaria, lo que significa la integración de la fe de uno con cada aspecto de la vida cotidiana. El P. Kentenich lo contrastó con la «santidad dominical» de los cristianos que van a la iglesia los domingos…
La santidad de la vida diaria tiene muchas facetas. Puede describirse como cumplir los deberes ordinarios de manera extraordinaria o como cumplir los deberes del propio estado de vida de la manera más perfecta posible, por un amor total a Dios». El P. Kentenich desarrolló su definición más completa en 1932:
“La santidad de la vida diaria se define como la armonía querida por Dios y cargada de afecto entre la vinculación a Dios, a las personas, a las cosas y al trabajo en todas las circunstancias de la vida”.
La santidad cotidiana está atenta, por tanto, a no descuidar a Dios por el mundo, ni a la familia por el apostolado, ni al prójimo por el trabajo, ni a los deberes de la vida. El ideal del santo de la vida diaria es encontrar el equilibrio adecuado entre lo natural, lo racional y lo sobrenatural del individuo y de la comunidad, de modo que la vida espiritual se fortalezca con una buena salud, las facultades físicas se incrementen con un pensamiento claro y la resolución de la mente y la voluntad se templen con el respeto a las emociones.
La santidad de la vida diaria también busca integrar el trabajo, la oración y el sufrimiento. En este contexto, Schoenstatt entiende el trabajo como la participación de las personas en la actividad creadora de Dios, la oración como diálogo de amor con Dios y el sufrimiento como parte crucial de la vocación cristiana.