Los coordinadores se decidieron por este título porque, la corona y el cetro, deben expresar la realidad de la visita que la Virgen hace a sus hijos, mediante la Imagen Peregrina. Al mismo tiempo, expresa la misión de la Virgen en la realidad de sus hijos emigrantes.
Se percibe que la mayoría de las personas que dejan sus países de origen y buscan un lugar en otro país, donde están lejos de su propia familia, de las costumbres con las que crecieron; con otro clima, mentalidad y forma de ser y vivir la fe - muchas veces pierden su fe, buscando otras religiones e incluso dejan de creer. Por eso, al recibir la corona, a la Virgen se le encomendó la tarea de rescatar, acoger y fecundar (la vida, las obras, el corazón) para que siempre haya paz.