"Haz, oh Dios mío, que todos los espíritus estén unidos en la verdad y todos los corazones en el amor”. Esta fue la oración que el Padre Kentenich eligió para su ordenación sacerdotal, que tuvo lugar el 8 de julio de 1910, en la capilla de la Misericordia de Limburgo, Alemania. José Kentenich y siete cohermanos recibieron la ordenación sacerdotal de manos de Mons. Henrique Vieter, obispo de Camerún.
P. Kentenich, un hombre de la Iglesia

Un sacerdote profundamente anclado en Dios y capaz de responder a los problemas del mundo actual.
Con motivo del centenario de la ordenación sacerdotal del fundador de Schoenstatt, la Hna. Maria da Graça Sales Henriques escribe: Durante el Año Sacerdotal (2009-2010) el Papa Benedicto XVI evocó con frecuencia figuras de grandes y santos sacerdotes, cuya vida testimonia de manera particular la presencia y la acción de Cristo, sumo y eterno Sacerdote. Con sus muchos seguidores y devotos, creemos que la larga vida sacerdotal del Padre José Kentenich y su servicio a la Iglesia fue también un testimonio elocuente de que Cristo sigue actuando y estando presente en la historia de la Iglesia a través de los instrumentos que elige y prepara para una misión única. Muchos sacerdotes encontraron en el Padre Kentenich la encarnación del ideal al que aspiraban y el ejemplo alentador de dedicación total y fidelidad incondicional a la Iglesia.Testimonio
