En nuestra calidad de Presidencia General de la Obra Internacional de Schoenstatt hemos tomado conocimiento de la decisión del Obispo, Dr. Stefan Ackermann, de suspender el proceso de beatificación del fundador del Movimiento de Schoenstatt, P. José Kentenich. Acogemos esa decisión no sin agradecer a la diócesis por la gestión hecha hasta ahora en relación con dicho proceso. Schoenstatt aprovechará la suspensión del proceso de beatificación para una nueva e intensa elaboración de los contextos históricos.

Hace dos años se hicieron públicas unas denuncias de abuso contra el P. Kentenich. En marzo de 2020 se abrieron los archivos vaticanos hasta fines del pontificado del papa Pío XII, en 1958. Se pensó que las mencionadas acusaciones habrían salido a luz en virtud de los documentos existentes en los archivos a los que ahora se tenía acceso; que de ese modo se habría revelado el motivo verdadero y hasta entonces oculto del exilio del P. Kentenich. En realidad las acusaciones publicadas desde 2020 provienen casi por completo de los archivos de los palotinos en Limburgo – no de los archivos romanos ahora abiertos – y figuraban ya en el proceso de beatificación. Los participantes de ese proceso conocían las actas pero no podían publicarlas. Las investigaciones hechas hasta ahora señalan que los documentos de los archivos romanos no añaden nada sustancialmente nuevo a las acusaciones ya conocidas en el proceso de beatificación. Pero el nuevo material de archivo accesible es importante porque ayuda a iluminar la situación global de las visitaciones de Schoenstatt y del tiempo del exilio del P. Kentenich.

Sobre el trasfondo de los actuales debates en torno del P. Kentenich, en 2021 el Obispo Ackermann hizo investigar nuevamente la acusación de un ciudadano norteamericano de que el P. Kentenich habría abusado sexualmente de él, acusación ya investigada en el marco del proceso de beatificación. Tomamos conocimiento del resultado por el comunicado de prensa del Obispado.

El equipo de investigadores anunciado por el Obispo Ackermann en 2020, pensado primeramente como comisión de historiadores, y luego convocado como equipo de expertos, no ha trabajado en cuanto a los contenidos. No obstante el Obispo promueve una investigación transparente y libre. Compartimos esa consigna. Donde hasta el momento se imponía reserva y discreción en consideración del proceso de beatificación en curso, ahora preguntas y conocimientos pueden tratarse y comunicarse con la debida franqueza. Se están haciendo reflexiones sobre en qué marco se prosiguen las investigaciones.

La decisión del Obispo es para nosotros, como schoenstattianos, un impulso. La nueva investigación de los contextos puede contribuir a comprender mejor al fundador de Schoenstatt, también en cuanto personalidad que, consciente de su misión para la Iglesia, puede suscitar y soportar resistencias. Nuestra aspiración a una vida auténticamente cristiana, adecuada a este tiempo y capaz de colaborar en la plasmación de la Iglesia y de la sociedad, es el mejor camino para mantener vivo al P. Kentenich y su importancia para la actualidad.

 

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