«Cristo, tú eres nuestro centro»

Este fue el lema de la fiesta de Corpus Christi, celebrada el 19 de junio de 2022. Finalmente, tras dos años de limitaciones por la pandemia, se pudo celebrar de la forma habitual.

La organización del evento comenzó mucho antes. Muchos peregrinos se apuntaron con antelación. En la víspera, durante los preparativos, el sentido de anticipación era fuerte y las actividades animadas: se extendieron alfombras de flores, se izaron banderas, se instalaron altares y se prepararon muchas cosas más.

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«Cristo, tú eres nuestro centro»- (Foto: Sr. M. Maritta Zell)

 

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Dr. Bernd Biberger celebrante principal (Foto: Sr. M. Maritta Zell)

Seguridad en tiempos de conmoción

El domingo por la mañana el clima era hermoso y no hacía tanto calor como el día anterior. Numerosos peregrinos de lugares cercanos y lejanos acudieron en masa a la Iglesia de la Adoración para asistir a la Misa.

“Vivimos tiempo difíciles y muchos de nosotros estamos inquietos por dentro”, dijo el celebrante principal Dr. Bernd Biberger, al comienzo de su homilía, captando un sentimiento común en muchos oyentes. Unas décadas antes, el Padre Kentenich había señalado que un viejo mundo se estaba derrumbando y uno nuevo estaba por surgir. Ante esta conmoción e incertidumbre dentro de la Iglesia y de la sociedad, nos preguntamos qué puede sostenernos y guiarnos; lo que podría ser el centro del nuevo mundo. La fiesta de Corpus Christi nos da la respuesta. Con la procesión, recordamos a la gente que Cristo es el rey de este mundo. Él quiere estar en el centro de la vida de cada uno de nosotros, de la Iglesia, de la sociedad.

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Niños llevan la imagen de la Virgen Peregrina de Schoenstatt (Foto: Sr. M. Maritta Zell)

Procesión en el Monte Schönstatt

Después de la Santa Misa, Jesús en el Santísimo Sacramento fue llevado en procesión por el Monte Schönstatt. La música que acompañó la procesión fue interpretada por el coro de las Hermanas de María de Schönstatt y la asociación musical Niederwerth 1922. Numerosos sacerdotes y monaguillos siguieron de cerca la custodia. Los niños trajeron una imagen de la Virgen Peregrina. Había muchas banderas para representar a los países de origen de las personas presentes, pero también el carácter global de la Iglesia y la internacionalidad de Schönstatt.

Peticiones actuales

En las oraciones de intercesión en el primer altar rezamos por las familias, especialmente con vistas al primer encuentro mundial de familias previsto en Roma del 22 al 26 de junio de 2022. En el segundo altar se presentó el proyecto de la Virgen Peregrina. Desde hace 25 años, la Madre tres veces Admirable, Reina y Victoriosa de Schönstatt, visita a mucha gente en Alemania con su hijo.
De camino al tercer altar, se recitó el Ave María en diferentes idiomas y, citando las palabras del Papa Francisco, se expresó claramente el deseo de paz en el mundo. En la tercera estación los niños dijeron algunas oraciones de intercesión y esparcieron flores para Jesús en el Santísimo Sacramento.
El camino hacia el cuarto altar de la Iglesia de la Adoración estuvo acompañado por el solemne repique de las campanas.

Un variado programa de tarde

El resto del día se pasó de varias maneras: se podía admirar las alfombras de flores en la montaña, rezar en silencio en la Iglesia, meditar, confesarse, participar en visitas guiadas o ver una de las películas disponibles en la Casa Padre Kentenich.  También nos encargamos del bienestar físico: los visitantes fueron recibidos con gran calidez en la Casa del Peregrino en el Valle de Schönstatt y en el Café Plus en el Monte Schönstatt donde pudieron comer. Se vieron muchas caras felices en este día.

Otros testimonios

Una pareja admitió: “A decir verdad, no queríamos ir a Schoenstatt porque en nuestro pueblo hacía muy mal tiempo. Pensamos que no valía la pena ir al monte Schönstatt porque el viento se lo llevaría todo. Pero luego unos amigos nos enviaron una foto de una alfombra de flores. Se veía tan hermoso que decidimos irnos de inmediato”.

Una joven nos dijo: “Estoy encantada de haber regresado a Schönstatt después de cuatro años. Es tan hermoso aquí, especialmente hoy, en esta fiesta del Corpus Christi. En nuestro grupo, en el autobús, se ha creado un ambiente de comunidad muy bonito”.

Al final de la celebración, un niño estaba sentado en los escalones de la iglesia y lloraba. Cuando su papá le preguntó qué le pasaba, le dijo: «¡Papá, no me quiero ir!».

Algunos pequeños momentos para revivir :

 

Más imágenes:  Homepage der Schönstätter Marienschwestern