El sábado 14 de octubre fue un día inolvidable para 11 novicios de los Padres de Schoenstatt que recibieron la túnica de Sión, prenda distintiva de la comunidad mencionada, que se viste en ocasiones especiales. Este acto marcó su entrada oficial en el noviciado del Instituto de los Padres de Schoenstatt. Dicha etapa abarca un período de dos años de formación para el sacerdocio. La festividad litúrgica dio su comienzo a las 10 de la mañana, hora de Burundi.

Pueblo sacerdotal, pueblo real

La misa comenzó con el canto de la procesión, yendo el coro delante, los monaguillos detrás. Luego, los 11 novicios de cuatro países: dos de Burundi, uno de Tanzania, uno de la República Democrática del Congo y siete de Nigeria, con un atuendo especial para ese día, y al final más de diez sacerdotes. Además de los Padres de Schoenstatt que viven en Monte Sión Gikungu, estuvieron presentes el P. Joy Puthussery, miembro del Consejo General de los Padres de Schoenstatt, responsable de la formación internacional de su comunidad; el Vicario General de la diócesis de Tabora, en Tanzania, originario de la parroquia de Isingiro, diócesis de Kayanga, P. Rwechungura Faustine Frugensi; el P. Gilbert Ndayishimiye, del Instituto Diocesano de Sacerdotes de Schoenstatt, recientemente nombrado vicerrector regional para la región de Nazaret (Burundi).

La ceremonia tuvo lugar en la capilla eucarística situada en la Gran Iglesia de la Trinidad. Esta última alberga a 8.000 fieles. El P. Herménégilde Coyitungiye, Superior Delegado de los Padres de Schoenstatt en Burundi y los países a su alrededor: Congo, Ruanda, Tanzania, Kenia y Uganda, presidió la misa y el P. Joy tuvo a cargo la homilía, en la que invitó esencialmente a los novicios a hacer de Cristo su prioridad.

La misa finalizó con una procesión al Santuario de Schoenstatt de la Paz y la Reconciliación, donde los novicios se consagraron a la Madre Tres Veces Admirable, orando por un bendecido proceso de formación. A la Eucaristía siguió una comida compartida en el jardín del noviciado.

Novicios dan su testimonio

Uno de los novicios expresó que “fue un sueño hecho realidad para nosotros. Ese sentimiento especial de formar parte de una llamada especial y más grande. La toma de la Túnica de Sión, como siempre decía nuestro maestro de novicios, se trata de un gran regalo que se nos hace a los novicios. Es una manera de darnos la bienvenida y es el comienzo oficial del noviciado y de este gran viaje a Emaús para encontrarnos con Cristo. La ceremonia de la toma fue muy significativa, y comenzó con el retiro que nos dio nuestro maestro de novicios, donde nos explicó detalladamente lo que es la túnica de Sión y lo que significaba para nosotros como novicios y para la comunidad de los Padres de Schoenstatt. También tuvimos una charla vía online con el P. Alfred Kistler sobre la historia y los antecedentes de Sión”, explicó.

Otro novicio relató que “ese día, bien preparados, procedimos a avanzar con caras sonrientes desde la sacristía. La alegría en nuestros rostros reflejaba la felicidad por recibir finalmente la túnica de Sión después de muchos años de saborear el momento. Durante la misa, el P. Joy expresó que Cristo es nuestra prioridad y que debemos seguir siendo así. Luego llegó el momento de los ritos de toma y el sonido resonante de nuestras diciendo con firmeza ‘Oui, je suis prêt’ que estamos listos para esta misión y para el viaje, nuestra voluntad de ser parte de esta misión. Tras recibir la túnica de Sión, nuestras familias nos saludaron y felicitaron. Fue un día muy nostálgico para nosotros”, enfatizó el novicio.

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Los novicios que recibieron el 14 de octubre la túnica de Sión son:

De Burundi: Hakizimana Eloge y Ngabonziza Odilon;

De la R.D. de Congo: Muhindo Byeragi Timothée;

De Nigeria: Ogbonnaya Kennedy Chigozie, Ugwuoke Malachi Ejike, Orji Raphael Emmanuel Chukwunonyereanyi, Nnawuihe Jude Chigozie, Akume Wisdom Amejuma, Ahanotu Kennedy Chibundum, Ayogu Emmanuel Obinna;

De Tanzania: Begumisa Anord Thomas.