En Chile, el 16 de julio es feriado. Esto se debe a que es la fecha dedicada a la patrona de la nación, Nuestra Señora del Carmen. La Iglesia chilena celebra a su madre y patrona, y tras bambalinas de toda la festividad se encuentra una comunidad schoenstattiana responsable: el Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt. Desde 1966, hace 57 años, el Instituto es responsable de la vida pastoral del Santuario Nacional de Maipú. Es un lugar escogido a dedo, "la tierra donde se fundó la historia de Chile con un abrazo de fraternidad" (Papa Francisco).

Más que un Santuario, un lugar histórico para la nación

"Tenemos el altar central, que es una parte muy grande y donde está la imagen de Nuestra Señora del Carmen. Podemos subir y estar muy cerca de ella", dice el P. Marcelo Aravena.
Maipú es una comuna ubicada en la Región Metropolitana de Santiago. Fue allí donde se conquistó la independencia de Chile en 1818. El Santuario surge como una promesa de gratitud de quienes lucharon y lograron la libertad para el país. Ignacio Torrealba escribe en la revista Vínculo (nº 187, diciembre de 2004): "Llena de importantes acontecimientos, y de una riqueza espiritual y patrimonial que recorre toda nuestra vida republicana, la historia del Santuario Nacional de Maipú es quizás una de las referencias más importantes para descubrir nuestra identidad. Pero no solo eso, la idea de crear un centro vital para la evangelización mariana en Chile está estrechamente ligada a la historia de Schoenstatt en nuestro país. El templo nació de una promesa: el voto solemne del Ejército Libertador de construir un templo a Nuestra Señora del Carmen en el lugar donde se libró la batalla decisiva por nuestra independencia. Un voto que se selló con el histórico abrazo del 5 de abril en Maipú, y que ligó para siempre este lugar a la historia de Dios con nuestro pueblo."
P. Aravena: "Nosotros, como sacerdotes, estamos al servicio de la gente que viene en busca de Dios. Es una basílica muy hermosa e impresionante, con juegos de luces, sombras, líneas, muros, bastante interesante"

Para nosotros es muy natural hablar de María

El P. Marcelo Aravena Gutiérrez, actual rector del Santuario Nacional, expresa: "En el Santuario tenemos misas diarias, confesiones todos los días, mucha conversación y acompañamiento espiritual. La gente viene aquí buscando este encuentro con Dios, y los Padres de Schoenstatt están siempre allí para acoger, conversar, guiar y animar a los peregrinos que a veces llegan muy cansados, atribulados, tristes o desanimados. O también vienen para dar gracias y expresar gratitud".
La "Carmelita", patrona de Chile
El padre Marcelo fue nombrado recientemente como rector del Santuario por el cardenal arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós Braco y ya ha tomado posesión de su cargo. Dice que recibe esta tarea con humildad y gran alegría: "Los Padres de Schoenstatt somos conscientes de que María, como primera discípula del Señor, es evangelizadora de los pueblos por excelencia. Ella es la portadora de Cristo para nosotros, pero también nos conduce a Él - María es el camino seguro, rápido y muy vital. Por eso pensamos que en un Santuario mariano como este, con todo su simbolismo nacional, es de gran beneficio para toda la Iglesia católica acudir a María. Para nosotros, que somos sacerdotes marianos, es muy natural hablar de María, presentar a María como el camino que nos lleva al Señor."

Asuman el proyecto, pero asegúrense de que sea un Santuario nacional y popular

En el interior de la basílica hay altares laterales dedicados al Santísimo Sacramento, al Sagrado Corazón y a santos de la Iglesia chilena, como el P. Alberto Hurtado, Santa Teresa de los Andes, la Beata Laura Vicuña y otros.
En los años 60, "el Cardenal de Santiago, Mons. Raúl Silva Henríquez, pidió a los Padres de Schoenstatt que asumieran la responsabilidad de la pastoral, con la conciencia de que el Santuario debía ser el símbolo nacional de la fe del pueblo católico chileno y promover la paz y la unidad del país", contextualiza el P. Marcelo. El P. Joaquín Alliende, primer rector de Maipú, llevó estas inquietudes al P. José Kentenich, quien aconsejó: "Asuman el proyecto, pero asegúrense de que sea 'un Santuario nacional y popular". Desde entonces, el Instituto es responsable del templo votivo, que recibió la visita del Papa Francisco en 2018. Preguntado sobre cómo conciliar dos carismas diferentes, Schoenstatt y el Carmelo, el P. Marcelo explica que esto sucede de forma orgánica. "En la medida en que llevamos a nuestra gente al corazón de María, ella nos lleva al corazón de su hijo. Y en la medida en que aprendemos a mirar al Señor con los ojos de María, estamos posibilitando ese encuentro vital con Nuestro Señor. Y esto sucede con naturalidad y facilidad". [1] Discusrso del Santo Padre, Papa Francisco. Santuario Nacional de Maipú, Miércoles, 17 de enero de 2018