Por tres años, la Familia de Schoenstatt de Múnich planificó la creación de un espacio verde con árboles y plantas en torno al santuario. El objetivo no era solo hacer el lugar más bonito y acogedor, sino también contribuir al medio ambiente. Hoy, el santuario es un oasis en medio de la gran ciudad. Esto llevó al Departamento de Planificación de la ciudad de Múnich a incluir el santuario en el proyecto Urban Land-Art Tour.

Punto final del Urban Land-Art Tour

Para muchos de los participantes fue todo un descubrimiento entrar en el recinto del Centro de Schoenstatt de Múnich procedentes de la concurrida Herterich Strasse. «¡Al borde del mar de casas, un lugar tan verde y tranquilo!» exclamó sorprendido uno de los participantes.

Nuestro parque era el punto final de la excursión Urban Land-Art organizada por el Departamento de Urbanismo de la ciudad de Múnich. El objetivo de esta oferta con diversos actos es mostrar a los interesados la importancia del corredor verde. En una época en la que cada día se pierden muchos metros cuadrados de naturaleza, la conservación y el mantenimiento de espacios casi naturales en las ciudades tiene gran importancia.

Preservar la creación

Cuando el Departamento de Urbanismo preguntó en primavera si sería posible celebrar el acto de medio día en los terrenos del Centro de Schoenstatt de Múnich, el «anfitrión», el P. Frank Riedel, ISch, aceptó de buen grado y espontáneamente. Al fin y al cabo, la remodelación del parque que rodea la Capilla de Schoenstatt en los últimos 3 años también se había hecho porque la comunidad quería aportar su pequeña contribución a la preservación de la creación.

Bajo el lema «Experimenta el arte y la naturaleza como una unidad», el Departamento de Planificación Urbana había invitado a los participantes. Bajo la dirección de un educador artístico, se crearon objetos a partir de materiales naturales en varias estaciones y se documentaron fotográficamente. Al final, estas fotos se mostraron en una «exposición» improvisada. Además, los participantes crearon pequeñas «obras de la memoria» a partir de flores, hierbas y ramas.

Los asistentes visitaron por primera vez el Centro de Schoenstatt. A través de este evento conocieron nuestros terrenos con la Capilla de las Gracias. De esta manera fue posible dirigirse a personas en esta tarde de julio que no habrían conocido Schoenstatt sin este evento.

Fuente: schoenstatt.de