Los coordinadores se decidieron por este título porque, la corona y el cetro, deben expresar la realidad de la visita que la Virgen hace a sus hijos, mediante la Imagen Peregrina. Al mismo tiempo, expresa la misión de la Virgen en la realidad de sus hijos emigrantes.

Se percibe que la mayoría de las personas que dejan sus países de origen y buscan un lugar en otro país, donde están lejos de su propia familia, de las costumbres con las que crecieron; con otro clima, mentalidad y forma de ser y vivir la fe – muchas veces pierden su fe, buscando otras religiones e incluso dejan de creer. Por eso, al recibir la corona, a la Virgen se le encomendó la tarea de rescatar, acoger y fecundar (la vida, las obras, el corazón) para que siempre haya paz.

Un día de gracias

Ya a las 10:00 horas del domingo, frente a la Iglesia de la Adoración en el Monte Schoenstatt estaba lleno de unos 350 o 400 peregrinos que llegaron para la Santa Misa. Venían de diferentes países y lugares. La alegría de su regreso tras una pausa de dos años debido a la pandemia expresó la unidad entre ellos. Sus cantos resonaban en la Iglesia y la oración brotaba con facilidad de sus corazones.
O Santuário Original

Al comienzo de la misa presidida por el padre Antonio Bracht, junto con el padre Marcos Leite (Colonia) y el padre Emerson Rossine de Lima (Bélgica), la «Reina» fue conducida por los niños al altar. En su homilía, el P. Antonio relacionó el evangelio del Buen Samaritano con la situación de los emigrantes: «Hoy, pensemos en las personas que están en la misma situación que nosotros …. Hay mucha gente en el «lado de la carretera». Espiritualmente, no están caminando y vinieron aquí a nuevas tierras, pensando en el futuro y en las posibilidades que ofrecen estos países… Pero, hoy, están «tirados» en el lado (espiritual) del camino. No están en una peregrinación. No conocen una comunidad que hable su lengua y que les acoja. Necesitamos un encuentro y esta gente no tiene ningún encuentro. Entonces, ¿qué necesitamos? ¡Rescate! Como el buen samaritano para mirarlos y ayudarlos».

¡Recibe la corona!

Por la tarde, después de compartir el almuerzo, nos reunimos para la adoración y bendición con el Santísimo Sacramento, que también es un momento fuerte e importante en las Peregrinaciones. Los cantos y las oraciones fueron dirigidos por el Padre Marcos y ayudaron a los peregrinos en su encuentro con el Señor.

Luego, con la Reina, todos se dirigieron al Santuario Original para el momento de la coronación. Cada peregrino pudo coronar individualmente una pequeña imagen con su propia oración, como símbolo de que la Virgen quiere ser Reina de la Esperanza y del Amor en cada corazón.

Este momento de coronación de la Virgen Peregrina para las comunidades fue especialmente memorable. A través de las manos de dos niños, nuestra querida Madre recibió la corona y el cetro y con ellos «la autoridad maternal sobre sus hijos».

La alegría de estar presente

O Santuário Original

Este día de gracia finalizó con la quema de papeles donde estaban escritas las contribuciones al Capital de Gracias. «Qué bien me hace estar en la casa de la Virgen… es un bálsamo para el alma», comentó un participante. Otros dijeron lo mismo: «¡Fue un honor participar en este momento!» «Mi marido, mi hijo y yo estábamos muy contentos con todo lo que vimos, oímos y con haber participado en este increíble día de la Peregrinación. Fue estupendo poder ayudar. Volvimos a casa con el corazón más ligero».

Es una gran alegría saber que el año que viene podremos volver a encontrarnos, ¡el 18.06.2023!

¿Y la reina coronada?

Salió «apresuradamente» con sus hijos de Ámsterdam, Holanda, para visitarlos en sus casas, ¡comenzando así su Peregrinación oficial entre ciudades y países!

Contexto de esta coronación:

Muchas personas sueñan con vivir en otros países, especialmente en Europa. Sueñan con una vida más tranquila, más segura, con más posibilidades para sus hijos, más recursos. Y las personas de habla portuguesa no son una excepción.

Desde 2011, la Santísima Virgen en el Santuario Original de Schoenstatt abre su corazón de manera especial cada año para acoger la peregrinación de sus hijos de habla portuguesa. En todas partes se oyen los cantos y las oraciones con diferentes acentos, porque estos peregrinos son nativos de Portugal, Guinea Bissau, Cabo Verde o de diferentes regiones de Brasil.

Su primera peregrinación fue motivada por un sacerdote de Pernambuco, el padre Marcos Leite, cuya madre fue misionera de la Virgen Peregrina en Brasil. Marcos trabaja en una comunidad de habla portuguesa en Colonia. Desde este pequeño comienzo, la Peregrinación ha crecido cada año y se ha extendido a personas de habla portuguesa de otros países además de Alemania. Luxemburgo, Holanda y Bélgica.

El año pasado surgió la idea de coronar a la Virgen para celebrar y agradecer los diez años de gracias. Para preparar este encuentro especial, se envió una imagen peregrina a visitar las diferentes comunidades de habla portuguesa de estos países.

Puede ver las fotos de la peregrinación aquí:

Igreja da Adoração

Santa Missa

Santuário Original

Fuente: Schoenstatt.br