En el Santuario de Schoenstatt, en Alangasí, Quito, tuvimos una Misa muy especial, en nuestra sierra interandina en medio de las distintas culturas indígenas. El ideal del Santuario es “Familia consagrada, fuego desde la mitad del mundo”.
La Misa en el Santuario comienza a las 18 horas en medio de una lluvia tenue. Llega María hasta la puerta, montada en un asno, acompañada de san José, Ambos vestidos con trajes de una de las regiones de la sierra ecuatoriana. El coro entona “Ya viene el Niñito”, canto indígena, mientras los feligreses aplauden llenos de alegría.
Esta llegada se anunció con la proclamación de los versos del P. José Kentenich “Tu Santuario es Nuestro Belén”.
“Cultura del Encuentro es cultura de Alianza que crea solidaridad” Papa FranciscoSan José y la Virgen permanecieron dentro del Santuario hasta el canto del Gloria de la Misa; momento de gozo inefable en el que la Virgen María sale del Santuario con el Niño en brazos, lo entrega al sacerdote y él lo presenta solemnemente a la comunidad de fieles presentes. Sorprendentemente paró la lluvia y el cielo se despejó de tal manera que el Niño se paseó por todo el lugar cantando mientras se entonaba “Gloria a Dios en las alturas”. Los matrimonios de la Rama de Familias del Valle de los Chillos, incluidos los peregrinos, representaron a las etnias andinas del Ecuador durante la Eucaristía de Nochebuena.