Ordenación sacerdotal en Burundi: 3.000 personas y más de 60 sacerdotes

Emmanuel Ayogu

«Este es el día que ha hecho el Señor; Alegrémonos y regocijémonos» (Salmo 118;24). Quiso Dios Trino, a través de la Santa Iglesia, regalar a la familia de Schoenstatt dos nuevos sacerdotes en este día de Alianza de Amor, 18 de mayo de 2025, quinto domingo de Pascua. La ordenación sacerdotal de los diáconos Claver Karakura y Janvier Cirhuzi es un acontecimiento providencial que hace que este día sea especial y diferente de todos los demás en la historia de la región de Sion Patris Africae para la comunidad de los Padres de Schoenstatt.

El evento comenzó con la celebración de la Santa Misa a las 10 de la mañana en el Santuario Monte Sión Gikungu, en Bujumbura, Burundi. El Arzobispo de la Arquidiócesis de Bujumbura, Monseñor Gervais Banshiniyubusa, fue el Prelado Ordenante, y también estuvieron presentes el Arzobispo Emérito, Evariste Ngoyagoye, más de 60 sacerdotes, entre ellos el secretario del Nuncio Apostólico, el Superior General de los Padres de Schoenstatt, P. Alexandre Awi Mello, el Asistente de las Comunidades Libres de los Padres de Schoenstatt, P. Francisco Sobral, y el Superior delegado de la Región Victoria Matris, P. Charles N. Ozioko, un diácono y muchos dignatarios, protocolos y otras grandes personalidades que honraron nuestra invitación, y el buen pueblo de Dios, que sumaba más de 3.000 personas.

Al principio, el Superior delegado de los Padres de Schoenstatt, Sion Patris Africae, P. Hérmenegilde Coyitungiye dio la bienvenida a todos los que habían venido de lejos y de cerca para celebrar esta ocasión tan especial y dio gracias a Dios y a la Madre Tres Veces Admirable (MTA) por las buenas obras y las muchas bendiciones recibidas. También dio las gracias a quienes han contribuido en gran medida a la formación de estos candidatos al sacerdocio y a quienes han hecho posible que el día de hoy haya sido un éxito, invitando a todos a apoyarles y a rezar por ellos.

Ser sacerdote es amar como Cristo amó

Durante la homilía, el arzobispo, Gervais Banshiniyubusa, se centró en el amor divino expresado en el evangelio del día. El amor de Dios desprecia la percepción mundana del amor, que implica el interés propio y el beneficio egoísta como raíz del amor mutuo.

Así, nos invitó, a través de su reflexión sobre el mandato de Jesús de que cultivemos el amor de Dios, desprovistos de todo tipo de egoísmo e intereses personales, sino más bien abrazando la entrega total incluso en medio de la persecución y la tribulación, a permanecer fieles en y al amor de Dios.

Les dijo a los dos candidatos al sacerdocio que el fundamento y la esencia de su vida sacerdotal es el amor y el celo ardiente por salvar las almas humanas mediante el ejercicio de su ministerio y vida sacerdotales. Les exhortó a permanecer resueltos y fieles a su vocación, y a cumplir sus deberes con diligencia y fervor en el amor divino y la alegría sacerdotal.

Alegría compartida

Durante la recepción, hubo muchas celebraciones alegres y un banquete. Cada invitado tuvo algo para comer y divertirse. Algunos de los dignatarios expresaron su gratitud, alegría y buenos deseos para los recién ordenados sacerdotes y toda la familia de Schoenstatt.

El Rev. P. Claver Karakura, en nombre de su hermano sacerdote, expresó su gratitud a Dios, a la Madre Tres Veces Admirable, al Padre José Kentenich y a toda la familia de Schoenstatt, así como a sus familias biológicas, amigos y apoiadores, y a todos los que han contribuido a su crecimiento y bienestar. Estaban muy contentos y se sentían indignos y por ello invitaron humildemente a todos a apoyarlos y a rezar por ellos. Hubo muchos otros discursos y buenos deseos sobre los notables acontecimientos de este día.

Transmisión en directo de la misa por Radio María

Traducción: Hna. M. Lourdes Macías

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