La Causa de Beatificación de la Hna. M. Emilie Engel tiene una nueva postuladora

Coordinación Internacional

Las Hermanas de María de Schoenstatt informan que la Causa de Beatificación de la Venerable Hna. M. Emilie Engel tiene una nueva postuladora. La Hna. M. Elizabet Parodi es la nueva responsable del proceso, que actualmente se sigue en Roma, en el Dicasterio de las Causas de los Santos.

La Hna. M. Elizabet es argentina y realizó su doctorado en Teología en Alemania, en la Facultad de Teología de los Padres Pallottinos, en Vallendar. Trabajó durante años en Roma, en la entonces Congregación para las Causas de los Santos.

En los últimos años estuvo trabajando en Schoenstatt, en la Casa Madre de su comunidad, contribuyendo en proyectos de investigación relacionados con la causa Kentenich y la historia de Schoenstatt.

La vida de la Hna. M. Emilie Engel, miembro de la comunidad de las Hermanas de María, fue heroica. Dios no le ahorró pruebas ni cruces. Su proceso de canonización comenzó el 12 de octubre de 1999. Su nueva postuladora nos habla de ella:

Una pregunta inesperada

Fue una tarde de invierno, el año pasado. Mi superiora general me llamó y me preguntó si estaba dispuesta a asumir la tarea de postuladora en la causa de Emilie Engel. La Hna. M. Emilie no es desconocida para mí. Es miembro fundadora de las Hermanas de María de Schoenstatt, y una figura muy querida por todas nosotras. La entrega y el heroísmo en las virtudes con el que Emilie vivió su alianza de amor con María fueron reconocidos por la Iglesia en 2012.

Para concluir su proceso de beatificación hace falta comprobar que Dios ha obrado un milagro por su intercesión. Por eso le pregunté a la nuestra superiora general, Hna. M. Joanna Buckley, si había algún milagro para investigar. Su respuesta: “No. Y de eso se trata. De seguir ayudando a Emilie para que su mensaje y su intercesión llegue a muchas personas.”

Hna. M. Elizabet Parodi

Una frase motivadora

Su respuesta me recordó el diálogo con un colega cuando trabajaba como teóloga en el actual Dicasterio para las Causas de los Santos. Un día, mientras leíamos algunas acciones extraordinarias atribuidas al entonces Beato Juan Pablo II, le comenté espontáneamente: “algunos santos median gracias extraordinarias con mucha frecuencia. Otros son perezosos.” ”No”, me respondió convencido, “los Siervos de Dios nunca son perezosos, los perezosos son los devotos: apenas imploran su intercesión”.

Emilie Engel – una santa schoenstattiana

Apasionada por Schoenstatt, Emilie vivió su santidad en alianza de amor con María, arraigada en el Santuario, a tal punto que cuando muere, en 1955, el P. José Kentenich afirma que

“el misterio de su vida se fue haciendo realidad en el espíritu de Schoenstatt a través de un diálogo permanente entre un ‘Ita Filia’ (Sí, hija) paternal y solícito y un ‘Ita Pater’ (Sí padre) heroico, filial y dispuesto; un diálogo inescudriñablemente profundo, vital y alegre”.

Y concluye:

“Dicho más brevemente: Fue una verdadera hija del Padre en el espíritu de Schoenstatt. Brevísimamente: una auténtica hija de Schoenstatt.”

Hna. M. Emilie: siempre con una sonrisa

La alianza de amor nos lleva a santificar el encuentro con los demás

Desde joven Emilie se caracterizó por su solidaridad, pero en la alianza de amor su corazón se fue abriendo cada vez más a los demás. Su vida estuvo marcada por un Dios que descubre profundamente como Padre en quien confía absolutamente. Pero al mismo tiempo Emilie, sobria y de pocas palabras, se caracterizó por una mirada maternal atenta a quien estaba en dificultad, angustiado, se sentía solo. Donde veía una necesidad, allí se hacía presente con un gesto, una palabra, aunque le costara. Desde su sencillez y Emilie fue experta en tejer una red de vínculos, un organismo solidario.

Siempre sencilla, generosa y con una sonrisa

Emilie Engel no llegó a conocer el símbolo de la tinaja delante del altar del santuario como expresión de lo que sus hijos le regalan a María en la alianza de amor, pero entregaba cada día sus aportes al capital de gracias, grandes o pequeños – sobre todo de aquellos que eran expresión de su fragilidad exterior o interior – segura de que en las manos de María podían ser fecundos para otros. Siempre con una sonrisa, expresión de su vida en alianza con Dios: una sonrisa sin ficción, sincera, incluso en medio del dolor.

Por qué imploramos un milagro por su intercesión

A veces me preguntan si realmente es necesaria su beatificación o pedir un milagro por su intercesión. Para las Hermanas de María y para muchos schoenstattianos ya es una santa, un testimonio de la alianza de amor vivida. Pero Emilie Engel nos trasciende. Su persona y su mensaje son para la Iglesia. Emilie es un regalo para todos. Y para que ese mensaje llegue a otros necesita que la demos a conocer. Lo demás corre por su cuenta.

La Hna. Emilie no es autorreferencial para para Schoenstatt. Es un testimonio de la educación concreta de María desde el Santuario. Emilie Engel es una luz que refleja el resplandor de Cristo. Y en este mundo oscuro, ¡qué necesaria es cada luz!

“No se enciende una vela para ponerla debajo de la mesa, sino para que esté en un candelero y alumbre a todos los que están en la casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres” (Mt, 5,15-16)

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