Con María y el Papa: renovar la Iglesia en la alianza de amor

P. Arkadiusz Sosna

El 18 de mayo, el corazón de la Familia de Schoenstatt late al unísono en todo el mundo, pues es el día de la Alianza, un día para recordar, renovar y misionar. En innumerables santuarios, grandes y pequeños, de todo el mundo, renovamos hoy nuestra alianza de amor con María, la Madre Tres Veces Admirable.

Precisamente en el mes de María, esta alianza es un signo poderoso. María no solo es un modelo de fe para nosotros, sino también nuestra aliada, educadora y compañera en nuestro camino hacia la profundidad del Evangelio. En su escuela aprendemos a entregarnos, a ser fieles, a amar como misioneros a la Iglesia y a estar profundamente unidos con el Santo Padre.

Un día memorable

Este 18 de mayo es especialmente significativo este año: marca el inicio del pontificado del Papa León XIV, un momento histórico para la Iglesia universal. Como Familia de Schoenstatt, queremos prometer hoy al Papa nuestra lealtad, nuestras oraciones y nuestra colaboración, tal como lo hizo nuestro fundador, el Padre José Kentenich.

Sabemos que la Iglesia necesita hoy personas que se acerquen al Santo Padre con el corazón ardiente, las manos libres y la mirada clara, para construir con él una Iglesia que viva de la alianza de amor.

El Padre Kentenich estaba convencido de que:

«Quien ama a la Iglesia debe colaborar en su renovación, no en su contra, sino desde lo más profundo de su ser».

Soñaba con una Iglesia nueva, no como una alternativa a la existente, sino como su transformación interior. Una Iglesia con pastores cercanos a las personas, que aman como Cristo, que guían con el ejemplo y que liberan mediante el vínculo con Dios.

Según su visión, la Iglesia debía:

– ser mariana, marcada por la actitud interior de María: humilde, atenta y fuerte en la fe.

– crecer orgánicamente, a partir de relaciones auténticas y no de meras estructuras.

– Ser padre y madre al mismo tiempo: humanista, sanadora, protectora, exigente y promotora.

Foto: Eugenio Minici

Hoy celebramos también el 105.º aniversario del nacimiento del santo Papa Juan Pablo II, gran amigo de Schoenstatt, Papa de la juventud, la esperanza y la intrépida fidelidad a María.

Él vivió la alianza de amor con María en su lema «Totus Tuus».

Su vida nos inspira a renovar con valentía nuestra propia alianza.

En una época de cambios, transformaciones y preguntas, Schoenstatt repite hoy:

„ ¡Vamos con ustedes! “

Vamos con María, con el Papa, con la visión de una Iglesia que se rige por la alianza de amor, la libertad interior, el vínculo filial con Dios y la misión apostólica, una Iglesia que se encuentra personalmente, que guía sirviendo y que llena el mundo de esperanza.

Aportamos nuestra alianza de amor como contribución a una gran renovación.

«Queremos ayudar a configurar una Iglesia tal como Cristo la quiso: imagen del corazón de Dios en medio del mundo» (Padre José Kentenich).

Schoenstatt está en camino, como movimiento peregrino de esperanza.
Con el Papa. Con María. Con la Iglesia.
Por un nuevo Pentecostés. Por una Iglesia con corazón.

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