Cómo surgió el Santuario Joven

En 1997 el único santuario de Schoenstatt en Paraguay era el de Tuparendá, que actualmente es conocido como el santuario nacional y que en 2021 cumplió 40 años de su bendición. Pero las juventudes Masculina y Femenina  anhelaban un  santuario filial de Schoenstatt en Asunción, que fue impulsado y conquistado por la juventud y precisamente por eso lleva el nombre de Santuario Joven.

En realidad, el propio Movimiento de Schoenstatt nació en Paraguay de la mano del primer grupo de la juventud masculina, que llevó por nombre “El corazón como escudo” y en el que se encontraban, entre otros, dos de los sacerdotes que reimpulsaron la fundación, el padre Antonio Cosp (+) y monseñor Claudio Giménez.

Emoción, historia, banderas y pañuelos

Ya habían pasado varios años de la bendición en Tuparenda y la efervescencia de los jóvenes por conquistar el santuario de la ciudad no paró hasta cumplir el objetivo. Fue así que un 21 de setiembre de 1997, día que se celebra el ingreso de la primavera y la juventud en Paraguay, se bendijo el Santuario Joven.  La procesión comenzó varias cuadras antes del sitio donde fue erigida la nueva casa de la Mater. Portaban la imagen los jefes y subjefes de la Juventud Masculina y de la Juventud Femenina. Flores, banderas y pañuelos ondeaban mientras se acercaban y llenaban de emoción a los que asistieron.

Preparativos con entrega

Se cumplen ahora 25 años de esa conquista y este jubileo ayudará a impulsar a los nuevos corazones jóvenes que laten por la Mater.

Los preparativos comenzaron con rosarios y ofrecimiento de capital de gracias por el símbolo del Espíritu Santo que estaba siendo conquistado. Siguió con una caminata de 32 kilómetros impulsada por los jóvenes que partieron a la madrugada de un domingo desde el Santuario de Tuparendá, en los límites de las ciudades de Itauguá e Ypacaraí, hasta el Santuario Joven en Asunción, así como lo hicieron los pioneros que pedían a la Mater que se instale en la capital del Paraguay. También se rezó una novena preparando los corazones a la gran fiesta.

Luego de la misa del último día del novenario se realizó una vigilia con música, que llegó a su cúlmine cuando se entonó el “Himno de Franz Reinisch” y toda la juventud se levantó de sus asientos para cantar abrazados “Hazme un apóstol de Schoenstatt, cual caballero estaré, y moriré sonriendo: querida MTA”.

Se repitió el recorrido por el barrio de hace 25 años

Para el día del jubileo se conquistó especialmente el símbolo que aún faltaba en el Santuario Joven, el Espíritu Santo. En el día se celebraron tres misas, pero la principal comenzó con una procesión por las calles aledañas al Santuario, como si se repitiera el día y las emociones de hace 25 años en que la Mater salió a recorrer el barrio, escoltada por los jóvenes que fueron conquistados por ella. Los saludos con pañuelos blancos y flores de todos los colores se replicaron.

Varios de los jóvenes que portaron hace 25 años la imagen de la MTA asistieron en compañía de sus hijos, una nueva generación de personas que arderán por la misión. Tras el grito de “Viva la Mater, Viva Schoenstatt, Viva nuestro Santuario Joven” se dio por finalizada la procesión y una vez que la Mater estuvo nuevamente instalada en el Santuario se anunció el inicio de la misa principal.

Deben haber sido muy pesados para que se haya logrado tener el Santuario

La misa presidida por el padre Santiago Ferrero tuvo la participación de los sacerdotes que trabajan con los jóvenes paraguayos y las familias paraguayas, además de todos los que realizan su noviciado en Tuparendá.

“A ella le debemos también la fuerza y la convicción de esos los jóvenes que en los años 90 lucharon e insistieron, deben haber sido pesadísimos,  para que tengamos un santuario en la ciudad y a ellos, especialmente, al cumplirse 25 años, les queremos dar un aplauso y agradecerles”,

mencionó el padre Santiago en medio de su homilía.

Ven Espíritu Santo, reaviva el corazón joven

En otro momento destacó:

“No se puede celebrar lo abstracto, no se celebra en realidad un jubileo, no se celebran 25 años. Se celebran su gente, se celebran sus acciones, se celebran sus actividades, se celebran los grupos concretos, se celebran las personas concretas con sus historias, celebramos nuestra familia de Schoenstatt concreta de este Santuario Joven como es, con nuestras imperfecciones, con nuestras manías, nuestras neuras, con nuestra dificultad de gestar una familia más unida, más en comunión, más en paz, esa es la familia y esos somos los que celebramos: personas concretas, historias concretas, porque tampoco celebramos ideales sino lo que esos ideales logran hacer en nuestros corazones”.

Se agradeció también al matrimonio de don Víctor y doña Chiquita Fadul, quienes generosamente donaron su propiedad para que allí se instalase el Santuario.

Todas las comunidades hicieron sus ofrecimientos, como agradecimiento por las gracias recibidas en estos 25 años, y como entrega para que el Santuario Joven siga dando abundantes frutos para la Familia de Schoenstatt en Paraguay.

Asunción

La celebración culminó con el lema “Ven Espíritu Santo, reaviva el corazón joven. Ven Espíritu Santo, habita en nuestro Santuario Joven” y con fuegos de artificio, mientras las pantallas de la transmisión, que también podía verse en el lugar, mostraban las fotografías de los audaces jóvenes que conquistaron este espacio que sigue dando frutos a la familia de Schoenstatt en Paraguay todos los días.

Se puede acceder a la celebración de la Misa central por el jubileo del Santuario Joven a través de este enlace: https://www.facebook.com/SantuarioJovenPy/videos/1531642877289202/