Estas semanas hemos seguido con gran tristeza la huida de muchas personas de Ucrania. Nuestras Hermanas y los Padres de Schoenstatt en Polonia han podido, mientras tanto, dar un hogar temporal a un gran número de refugiados: la Alianza de Amor en concreto. Ahora las Hermanas y otras comunidades de Schoenstatt en el lugar de origen, en Alemania, se están preparando para acoger también a personas de Ucrania.

La solidaridad es grande

«Ya hemos podido experimentar en las últimas semanas lo grande que es la solidaridad con la gente que tuvo que dejarlo todo. Muchas personas respondieron generosamente al llamamiento a los donativos en schoenstatt.de y s-sm.org. De este modo, pudimos entregar 25.000 euros en donaciones a nuestras Hermanas en Polonia»,

explica la hermana M. Hedithe Maximini, ecónoma de las Hermanas de María.

Casas abiertas

El número de mujeres y niños que huyen de la asediada Ucrania a Alemania aumenta cada día. Así que es natural que nosotras, las Hermanas de María, aquí en Schoenstatt, el lugar de origen, también consideremos ayudar y creemos posibilidades concretas de solidaridad.

En la Casa de Peregrinos, cerca del Santuario Original, se ha habilitado una planta entera con 15 habitaciones dobles. El centro de conferencias de Marienland también dispondrá de varias salas.

Cooperación activa

Todavía son necesarios algunos preparativos antes de poder ofrecer un hogar adecuado para los niños y proporcionar a todos las necesidades básicas para la vida. Una valiosa ayuda es el ofrecimiento de Lichtzeichen. Desde el comienzo de la pandemia, la asociación ha trasladado su amplia zona de juegos «Nido de cigüeña» a una sala de la Casa del Peregrino. Esta oportunidad de jugar y hacer manualidades puede ser aprovechada ahora también por los niños refugiados.

Otras comunidades de Schoenstatt también están en proceso de crear viviendas para los refugiados. Todos estos esfuerzos son apoyados por una iniciativa de la Mesa Redonda en Schoenstatt y la asociación Bewegenswert. En colaboración creativa, pronto se transportarán e instalarán los muebles y electrodomésticos que faltan. Se recogerá la ropa y los alimentos para que las familias puedan vivir en gran medida de forma independiente. Todavía se necesitan voluntarios para acompañarles a hacer trámites, etc.

Comprensión a pesar de los problemas lingüísticos

Un desafío especial será el idioma, porque aquí en Schoenstatt solo unos pocos hablan ruso o ucraniano. Pero esperamos transmitir a los ucranianos que realmente queremos ayudarles y darles un hogar. El ambiente del Santuario Original en el que vivirán contribuirá sin duda a ello. Porque el hogar es una de las gracias especiales que María, Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable, regala desde su Santuario de Schoenstatt.

 

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