Ciudad del Vaticano

La fiesta de los abuelos

Como consecuencia de la Jornada mundial de los abuelos y mayores el arzobispo Dr. Heiner Koch, presidente de la Comisión para el Matrimonio y la Familia de la Conferencia Episcopal Alemana, motivó a que la invitación se traduzca a actividades concretas. Por lo tanto, el arzobispo de Berlín, animó a reunirse con las generaciones en este día y a compartir historias y experiencias. Además resaltó que las personas mayores llevan consigo un tesoro de experiencia vital y de fe que merece la pena compartir y mantener vivo con las siguientes generaciones, sus nietos. Especialmente relevante, es el llamado del arzobispo Koch a los agentes de pastoral de las parroquias. Para que también puedan contribuir al intercambio el sugiere «convocar e invitar a los abuelos y ancianos a escribir historias de su vida y de su experiencia de fe, para recogerlas y publicarlas en la página web de la parroquia correspondiente».

 

Recibir la visita de un ángel

En su mensaje el Papa Francisco se pone muy concreto cuando explica que el sentido de esta Jornada Mundial tras el largo periodo de aislamiento, es que todos los abuelos, todas las personas mayores reciban la visita de un ángel. “A veces tendrán el rostro de nuestros nietos, otras el de familiares, el de buenos y viejos amigos, o el de personas que acabamos de conocer en estos momentos difíciles».

Por su parte, el Dicasterio concederá a los más jóvenes que visiten a sus abuelos la indulgencia plenaria establecida por el decreto de la Penitenciaría Apostólica y puede ser una oportunidad para ver juntos el mensaje del Santo Padre o recitar juntos la oración que se presentó en vídeo y que se puede descargar en https://bit.ly/elderly2021

 

La oración oficial

Te doy las gracias, Señor,
por el consuelo de tu presencia:
También en la soledad,
eres mi esperanza, mi confianza;
¡Desde mi juventud, eres mi roca y mi fortaleza!

Gracias por haberme dado una familia
y por la bendición de una larga vida.
Te agradezco los momentos de alegría y de dificultad,
por los sueños cumplidos y por los que aún tengo por delante.
Te agradezco este tiempo de renovada fecundidad
al que me llamas.

Aumenta, Señor, mi fe,
hazme un instrumento de tu paz;
enséñame a acoger a quien sufre más que yo,
a no dejar de soñar
y a narrar tus maravillas a las nuevas generaciones.

Protege y guía al papa Francisco y a la Iglesia,
para que la luz del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra.
Envía tu Espíritu, Señor, a renovar el mundo,
para que la tormenta de la pandemia se apacigüe,
los pobres sean consolados y toda guerra termine.

Sostenme en la debilidad,
y concédeme vivir plenamente
cada momento que me das,
con la certeza de que estás conmigo
cada día hasta el fin del mundo.
Amén.

 

Más información:

Mensaje del Papa Francisco en la 1ª Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores (pdf).

Fuente: vaticannews.va