Casi todos estos hermanos en la Alianza de Amor, inscritos en el Congreso de Pentecostés, se encontrarán por primera vez cara a cara con una misión muy importante: Escuchar el pensamiento de Dios por obra de la Divina Providencia en este momento y «elaborar una respuesta común» que exprese el mensaje de Schoenstatt ante los desafíos actuales que presentan la Iglesia y la sociedad.
Ya viven en el Congreso
De hecho, en sus corazones el Congreso ya ha comenzado, ya que en sus actividades para organizar el viaje y en sus oraciones, se dirigen diariamente hacia este evento. «Nos hemos reunido para hablar de las corrientes de vida del Movimiento en México y hemos rezado la oración al Espíritu Santo, compuesta por el Padre Kentenich. Este mes de mayo, ofrecemos las Misas Heroicas a las 6:00 horas por las intenciones del Congreso», dice José Pablo Ramírez Carrasco, que pertenece a la Rama de Profesionales de Querétaro, México.
Ana María Wahl, participa en la Juventud Femenina, en Barnechea, Chile. Consciente de que representa a todo su país, se prepara con oraciones y relacionándose con la «Juventud de Schoenstatt de todo Chile y con otros jóvenes, para tener una visión más completa de la realidad actual de los católicos (especialmente de los adolescentes) y de có
Klara y Miloslav Zantovi, de la República Checa, aprovechan para repasar sus conocimientos de idiomas escuchando las ponencias del último congreso y escuchando a los schoenstattianos de su tierra: «Nos ponemos en la posición de un discípulo para el diálogo y rezamos el rosario en las intenciones del congreso». Al mismo tiempo, ya están planeando cómo transmitir el ambiente y los resultados a los miembros del Movimiento en la República Checa.
También el matrimonio Guillermo y Mónica Fiebelkorn, de Canadá, ya están con sus pensamientos y corazones unidos a todos los participantes: «Estamos rezando diariamente la oración de nuestro Padre y Fundador, dirigida al Espíritu Santo, pidiéndole que ilumine a todos los delegados y coordinadores del Congreso de Pentecostés».
Estar abierto a lo mejor
Así define el matrimonio Fiebelkorn sus expectativas: «Reunirse en el Santuario Original es volver una vez más a las fuentes de Schoenstatt y a los dones que nuestra MTA derrama desde allí. Es cultivar un espíritu de Cenáculo. En estos tiempos de grandes desafíos, como la guerra y la pandemia, la respuesta que debemos dar para la Iglesia y la sociedad deben ser claras y creativas. Esperamos volver renovados en nuestra audacia para estar a la altura de lo que Dios espera de nosotros».
«Espero que este Congreso sea una oportunidad para que, unidos en la misma búsqueda de respuestas a los tiempos actuales, desde diferentes lugares y realidades, podamos encontrarnos y compartir para que nosotros y muchos otros podamos salir con el impulso del Espíritu Santo a devolver al mundo su centro en Cristo, de la mano de la Madre de Dios», explica Anita.
José Pablo espera que el Congreso de Pentecostés fortalezca la vida de la Familia de Schoenstatt en su país: «Espero encontrarme con personas de todo el mundo que comparten los ideales de Schoenstatt, intercambiar ideas y formas de vivir nuestra fe, para salir fortalecidos en el Espíritu Santo y llevar los frutos del Congreso a México.»
Hay un lenguaje conocido por todos
Guillermo y Mónica dijeron que también están abiertos a acoger lo mejor de la experiencia de la Familia de Schoenstatt en los distintos países bajo la luz del Espíritu Santo, y que las diferencias de idiomas y culturas serán un aporte para el crecimiento de todos.
En cuanto a las diferencias lingüísticas, que del 8 al 12 de junio, cada participante puede aportar y llevarse a casa la experiencia que nuestro Padre y Fundador, el Padre José Kentenich, expresó al saludar a la Familia de Schoenstatt en Uruguay: «Hay un lenguaje que todos conocemos: es el lenguaje del amor. El lenguaje del amor a nuestra Madre Tres Veces Admirable, Reina Tres Veces Admirable de Schoenstatt… Nadie debería poder superarnos en este amor».