Pedaleando hasta el Santuario Original: 850 km desde Londres hasta Schoenstatt

Karen Bueno

Con poco equipaje y montados en una bicicleta doble, dos jóvenes hermanos emprendieron una aventura de 850 km por Europa. Ignacio y Simón Jurado viven en Londres y aprovecharon sus últimas vacaciones para visitar el santuario original de Schönstatt. Entre el 28 de junio y el 11 de julio, recorrieron cinco países, entre ellos Inglaterra, desde donde partieron.

En una entrevista, ambos nos cuentan algunos detalles de esta epopeya, en la que tuvieron que hacer frente al calor abrasador y a la búsqueda de refugio en medio de un recorrido lleno de hermosos paisajes.

Nos pueden contar quiénes son ustedes: ¿de dónde son, sus edades, y si pertenecen al Movimiento de Schoenstatt…?

Somos Ignacio y Simón Jurado Terán, tenemos 19 y 18 años, respectivamente. Somos argentinos, pero nacimos y vivimos en Londres (Inglaterra). No pertenecemos al Movimiento de Schönstatt, pero nuestros padres dirigieron un grupo de novios de este movimiento en Argentina antes de casarse y venir a Londres. Ya en Londres, empezaron un grupo con la Virgen Peregrina, así que nosotros siempre la tuvimos muy presente desde pequeños.

¿Cuál fue el itinerario de la peregrinación, cuántos días duró y cuántos kilómetros recorrieron?

La peregrinación fue de Londres a Schönstatt, y durante el trayecto cruzamos Francia, Bélgica, Holanda y Alemania, pasando por las ciudades de Dover, Dunkerque, Ostende, Brujas, Róterdam, La Haya, Leiden, Düsseldorf, Colonia y, finalmente, Schoenstatt. Recorrimos 850 km en total y pedaleamos durante 11 días, sin contar la parada de tres días en casa de nuestro tío en Düsseldorf.

¿Por qué decidieron hacer esta peregrinación? ¿Por qué el Santuario Original de Schoenstatt?

Decidimos hacer esta peregrinación porque hemos visto cómo ha aumentado la tensión política y las guerras en el mundo, en Israel, Irán y Palestina, pero también más cerca, en Inglaterra, Rusia y Ucrania. Nuestro propósito fue hacer un viaje en busca de la paz y la esperanza para el mundo. Habíamos planeado poco nuestro camino, pero teníamos pensado visitar a familiares y amigos por el camino, así como Schönstatt, ya que siempre habíamos tenido muy presente este santuario, con la Virgen Peregrina que nos visitaba de vez en cuando. Nuestro plan era pasar por el santuario original y continuar hasta alcanzar los 1000 km, pero el día que llegamos sentimos la paz de este lugar y decidimos terminar el viaje ahí.

¿Cómo fue vivir esta experiencia?

Esta experiencia fue muy intensa. Nos enfrentamos a desafíos y recibimos la bendición de Dios durante el camino. Por ejemplo, la noche del segundo día llegamos a Dunkerque y dimos vueltas por la ciudad sin encontrar un lugar donde dormir. Eran las 10 de la noche cuando llegamos a una iglesia en el centro de la ciudad. El párroco no estaba, pero había una fiesta en el salón parroquial. Allí pedimos ayuda y, providencialmente, nos dejaron poner la tienda de campaña en el jardín de enfrente de la casa parroquial. En cosas como esta, Dios y la Virgen nos protegieron a lo largo de nuestro camino. Al llegar a Schönstatt, encontramos la paz en los santuarios, pero también en la gente que conocimos: los voluntarios, los seminaristas, las hermanas y los padres. Tuvimos la oportunidad de ayudar a quienes lo necesitaban con la jardinería del santuario original y los preparativos para el Ignis.

Hoy partimos con nuestra familia en coche rumbo a Italia. Quizás Simón se unirá al Jubileo de Jóvenes en Roma y, como yo no puedo, intentaré ir a la canonización de Frassati y Acutis en septiembre.

Compartir

con sus seres queridos

Artículos relacionados que pueden interesarle