Los cambios en la sociedad mundial están ocurriendo más rápido que los cambios de estación, afectando todas las facetas de nuestras vidas.
Con el desarrollo de la inteligencia artificial, y de muchas otras tecnologías, nos sorprende la velocidad de la información. Y podemos preguntarnos: ¿cómo estamos interpretando las situaciones y los mensajes de nuestro tiempo? ¿Estamos utilizando los «lentes de la Alianza» para mirar el mundo y la realidad?
La sociedad actual parece carecer de las habilidades básicas de compasión y comunicación con la realidad, buscando respuestas sin un toque humano, con un enfoque mecanicista. Muchos no sienten ningún tipo de iniciativa humana, de pensamiento orgánico, de vida o de amor. ¿Cómo se responde a este comportamiento?
¡La Alianza de Amor es nuestra respuesta!
A través de tu fe y fidelidad en la renovación de tu Alianza de Amor y a través de la fe práctica en la Divina Providencia, vives tu misión en tu encuentro con María llevándole aportes al Capital de Gracias. Ella te ha elegido porque eres importante para Ella; te eligió como suyo en el día de la Alianza.
Atraído por el Santuario, uno cultiva un fuerte vínculo y todo lo que ello implica. Al hacerlo, captas el profundo mensaje de Schoenstatt, y las gracias de la Alianza permitirán la transformación interior del corazón y del alma para profundizar en tu fiel llamado de María. En esa dinámica de la Alianza, tu corazón se abre para escuchar la voz de Dios.
El Padre Kentenich buscaba los signos de Dios en la vida cotidiana, incluso leyendo un periódico
Recordemos cómo la voz de Dios inspiró al Padre Jose Kentenich. La Primera Guerra Mundial estaba a punto de estallar, y durante este tiempo, un artículo sobre el Santuario de Pompeya llegó a manos de nuestro fundador.
El artículo del Padre Cyprian Froehlich fue publicado, por la Divina Providencia, el 18 de julio de 1914 en Allgemeine Rundschau. En él se contaba cómo un abogado italiano, Bartolo Longo, había comenzado su famoso santuario en 1871. En este santuario no se habían producido apariciones ni milagros extraordinarios.
El Padre Kentenich se preguntó: ¿Me está diciendo Dios que nosotros también podemos hacer ésto? Luchó con lo que Dios estaba diciendo a través de estas indicaciones externas. Al final, fue un acto de fe. Hoy, «esta capillita pertenece a nuestra pequeña familia de congregantes, guiados por nuestra Madre celestial, nos pertenece por completo a nosotros y sólo a nosotros».
Empieza hoy a percibir a Dios en tu vida, ya sea en una conversación con amigos, o durante la cena…
Así como los jóvenes congregantes y nuestro Fundador abrazaron el pulso del tiempo a través de la voz de Dios, tú también sabes que se necesita espíritu comunitario para responder a los desafíos de la realidad actual como Familia de Schoenstatt. Durante el transcurso de sus días, usted experimenta a Dios de muchas maneras. Que estos pensamientos te inspiren a crear comunidad e invitar a otros para visitar tu Santuario Filial más cercano, para que puedan experimentar todas las gracias. Emociónate y comparte este maravilloso don de la alegría. Puedes convertirte en un faro de esperanza en tu parroquia e Iglesia.
Como Familia Internacional de Schoenstatt, unámonos y ayudémonos mutuamente, no sólo como comunidad, pero fomentando nuevas amistades y formando vínculos. Con tu oído en el corazón de Dios y tu mano en el pulso del tiempo, puedes convertirte en la nueva persona de una nueva comunidad. ¿Podemos volver a arder por esta misión? ¿Para preservar nuestros Santuarios, nuestras comunidades y nuestras familias?
En la Alianza, María nos colma de amor incondicional. Utilizando los elementos del amor fraternal, la compasión, el perdón, la apertura para escuchar, sin temor a los idiomas, y compartiendo nuevas iniciativas, todos damos esperanza para nuevos hábitos. Quizás tú tengas ideas adicionales.
¿Pueden iniciar una conversación en su comedor para escucharse unos a otros, y encontrar maneras de crecer y construir una cultura de alianza, creando un movimiento más fuerte y unido en la Alianza de Amor con María?
Kathleen Colunga
Dirigente Internacional
Federación Apostólica Internacional de Madres de Schoenstatt