Expectativa, ansiedad y mucho trabajo son parte de la rutina de los miembros de la Juventud Masculina de Schoenstatt (JM) de Portugal. Ellos están totalmente concentrados en los preparativos para el Ignis, el Encuentro Internacional de la Juventud Masculina (JM). El evento tendrá lugar en Aveiro/Portugal, del 27 al 30 de julio, en vísperas de la JMJ. En total, se esperan 532 participantes de 18 países.

“Estamos a todo vapor, con muchas reuniones, trabajo de logística, ensayos, viajes, llamadas, etc. Pero estamos contentos de tener un gran equipo de jóvenes y asesores que están dando lo mejor de sí para hacer del IGNIS una experiencia notable de encuentro con Dios y entre los jóvenes”, dice el seminarista Lucas Botassio, del Instituto de los Padres de Schoenstatt.

Llevamos el fuego de nuestro carisma a la JMJ

El lema elegido por el equipo de líderes de la JM de Portugal y España, para este encuentro, es una frase de Cristo (Lc 12, 49): “He venido a traer fuego”.

“Expresa el espíritu que queremos vivir durante estos días de preparación para la JMJ. Por un lado, queremos dejarnos encender por la vida y el entusiasmo que cada grupo de la Juventud Masculina internacional trae desde su país de origen. Es una gran riqueza y oportunidad para compartir sueños, construir nuevos vínculos y sentir el fuego de estar juntos nuevamente, sobre todo después de la pandemia. Por otro lado, expresa el deseo de llevar el fuego de nuestro carisma a la JMJ. Queremos compartir nuestra forma de vivir la fe, nuestra cultura de alianza con todos los que nos encontrarnos. ¡Por lo tanto, también somos enviados a llevar el fuego!”, explica Lucas.

Simbólicamente, harán una peregrinación de Aveiro a Fátima, el 30 de julio. Ellos, llevarán la misma antorcha que llevó la Juventud Masculina, en 2014, de Roma a Schoenstatt (Fackelauff). “Este gesto expresa nuestro sueño de llevar, a través de Nuestra Señora, el fuego de Cristo a todas las personas que participan en la JMJ”, dice Lucas Botassio.

Los jóvenes son los protagonistas

Participarán del Ignis (palabra que significa “fuego”) representantes de: Alemania, Argentina, Austria, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, España, Italia, México, Paraguay, Polonia, Portugal, República Checa, Suiza y Hungría.

“Los jóvenes son los protagonistas, por eso queremos que tengan un espacio privilegiado para expresarse y compartir sus sueños y experiencias. Los líderes del IGNIS se esforzaron por hacer que la reunión fuera lo más experiencial y dinámica posible. Por eso, hemos reducimos los momentos ‘masivos’ y nos centramos en actividades con grupos más pequeños e internacionales. El gran tesoro del encuentro es la oportunidad de estar juntos y conocer Schoenstatt y la Juventud Masculina de muchos lugares a través de los grupos que se formarán durante el encuentro”, detalla el seminarista.

Hoy, al otro lado del océano

La primera edición del Ignis tuvo lugar en Brasil, en vísperas de la JMJ de Río de Janeiro, en 2013. Lucas Botássio participó de este evento y, con base en él, cuenta sus expectativas para el próximo Encuentro Internacional de la JM:

Hace 10 años, participé en el primer IGNIS en Río de Janeiro. Fue una experiencia que me marcó profundamente, también en el sentido vocacional. Recuerdo estar en la playa de Copacabana y mirar a toda esa gente, colores y banderas que expresaban los valores a los que quería darle vida. Mirando el mar en el horizonte, mientras contemplaba la puesta de sol, sentí una paz inmensa y unas ganas de ir más allá. Creo que fue allí que Jesús comenzó a llamarme a ir a aguas más profundas, aunque en ese momento yo no sabía cómo expresar con palabras que me estaba llamando al sacerdocio. Hoy me encuentro al otro lado del mar, en el sentido geográfico de la historia. Es un privilegio estar en Portugal y tener la oportunidad de trabajar para que muchos puedan encontrarse con el testimonio de otros jóvenes y con Cristo, que sigue llamando a los jóvenes a una vida plena, sea en el matrimonio, en la vida consagrada o religiosa.

El Símbolo del Ignis

La 𝐞𝐬𝐟𝐞𝐫𝐚 𝐚𝐫𝐦𝐢𝐥𝐚𝐫 es un símbolo nacional de Portugal desde finales del siglo XV, cuando el rey Manuel la incorporó en su emblema real. Inventada en China y perfeccionada posteriormente por astrónomos griegos y persas, era un instrumento astronómico que permitía a los marineros portugueses comprender el cielo estrellado para guiarse a través de los océanos. Es un símbolo que une a Portugal con el resto del mundo.

¡La 𝐜𝐫𝐮𝐳 de la unidad es nuestra estrella! Cruz que representa la profunda unión entre Jesús y María y nos recuerda la centralidad de los vínculos en la espiritualidad de Schoenstatt, está hecha de hierro sobre la piedra del memorial detrás del Santuario de Lisboa. Es el símbolo del heroísmo al que queremos aspirar en nuestra vida. ¡Como la estrella que nos guía en la entrega del amor hasta el límite!

Las 𝐯𝐞𝐥𝐚𝐬 de los barcos portugueses, como las carabelas, diseñadas en Lisboa y Coimbra entre los siglos XV y XVI, permitían cruzar el océano con el viento en contra y llevaban gravada la Cruz de Cristo. Eran especialmente importantes para cruzar el Cabo de las Tormentas (Ciudad del Cabo), donde los vientos, generalmente tempestuosos, hundían los barcos y destrozaban a las tripulaciones. Esta hazaña la consiguió Bartolomeu Dias en una carabela, por lo que más tarde fomentó la fabricación de este tipo de embarcaciones con velas triangulares. Nos recuerda a María, nuestra bandera, en su ímpetu misionero por llevar a Jesús ¡independientemente de la fuerza de los vientos adversos!

La 𝐩𝐮𝐞𝐫𝐭𝐚 del santuario, un símbolo que en Portugal se convirtió en el ideal de la JMJ y, más tarde, de toda la Familia. ¡Queremos ser la Puerta de Europa! Así como la expansión cristiana salió de Europa, a través de los puertos portugueses, al encuentro del nuevo mundo. Así también creemos que la recristianización de Europa pasa por Portugal y por la acogida de los portugueses. ¡Queremos ser una puerta de entrada y salida de las gracias de Dios! ¡Es el símbolo en Portugal de la contracorriente del 31 de mayo y de la misión de Schoenstatt para el mundo!