Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, falleció a los 88 años el lunes 21 de abril de 2025. Su pontificado se proyecta ya como uno de los más significativos papados de la historia. Son innumerables sus “momentos estelares”, de gran inteligencia, osadía y, en muchas ocasiones, una gran valentía. Ha sido el hombre correcto, en el lugar y tiempo precisos. Así son los tiempos de Dios. El Santo Padre es de esos hombres a los que en inglés se les dice “larger than life”: más grandes que la vida. Sobrepasa con creces los espacios y límites impuestos por su cargo, lo que es ya mucho decir. Podemos hablar en propiedad de un antes y un después de la era de Francisco. En esta inagotable personalidad la prensa y vaticanistas destacan varios puntos. Imposible cubrirlos todos. Pero rescatamos los siguientes:
1. Primer Papa no europeo
Hay que remontarse a San Gregorio III, nacido en Siria y Papa entre 734 y 741, para encontrar un Papa no europeo. La noche del 13 de marzo de 2013, el Cardenal Jorge Bergoglio se dirigió a los miles de fieles presentes en la plaza de San Pedro: “Saben que el deber del cónclave era dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo, pero estamos aquí”. Con esas simples pero significativas palabras, marcó un nuevo inicio en la historia de los papados: cercanía, simplicidad, simple humanidad. Primer Papa americano y ya a punto de jubilar. Nos recordó de inmediato a Juan XXIII quien, a pesar de su edad, marcaría la Iglesia por decenios.
2. La Iglesia mira al Oriente
En enero de 2015 Francisco fue a las Filipinas. Entre los diversos actos que presidió, destaca la multitudinaria Misa en Manila a la que, según las cifras oficiales, asistieron entre 6 y 7 millones de personas. El viaje mostró la visión profética del Santo Padre de “mirar hacia el Oriente”, alentando a los misioneros en los países asiáticos a seguir con su tarea de evangelización y mostrando al mundo hacia donde crecerá la Iglesia de este milenio. Filipinas es mayoritariamente católico, cuna de muchos misioneros y puente entre oriente y occidente. La Iglesia católica tendrá rasgos asiáticos.

3. Los jóvenes primero
En agosto de 2013, el Papa Francisco preside la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río 2013, donde más de tres millones de fieles tomaron parte en este mega evento que culminó con la misa en la playa de Copacabana. Allí el Papa mostraría lo que caracterizará su pontificado: un uso de lenguaje cercano, amable, cordial, empatizando con los jóvenes, alentándolos a “jugar en equipo” para Dios, y los exhortó a tener como centro de su vida la oración, los sacramentos y el servicio a los demás, especialmente los más pobres y vulnerables. Años después, en Lisboa 2023, los desafiaría a expandir su capacidad de acoger y amar con el célebre “¡Todos, todos, todos!” invitando a acoger sin hacer acepción de personas. Todos somos hijos de Dios. En el encuentro, habló de los dos pilares de la vida espiritual: el Padrenuestro y las Bienaventuranzas, cosa que repetiría en muchas oportunidades.
4. La misericordia en el centro de su pontificado
Ya a partir de su lema “Miserando atque eligendo” –“lo miró con misericordia y lo eligió–, la misericordia ha estado en el centro de su pontificado. El 8 de diciembre de 2015 proclamó el Año de la Misericordia y se inició con la apertura de la Puerta Santa en la Catedral de Bangui, en República Centroafricana, siendo la primera vez que un Pontífice inicia un Jubileo fuera de Roma. Se han sumado múltiples gestos y textos en esa línea, entre ellos la encíclica Dilexit Nos sobre el corazón misericordioso de Jesús. Francisco estableció los llamados Viernes de Misericordia, tradición en la que visita por sorpresa a los más necesitados o personas que podrían sentirse alejadas de la Iglesia, costumbre que ha continuado hasta ahora.

5. Papa multimedial. No solo cartas apostólicas y encíclicas. Mucho, mucho más
En 12 años de pontificado el Papa Francisco ha sabido llegar –gracias a un equipo comunicacional de excelencia– al amplio público en todas las plataformas virtuales y formatos. Las homilías, cartas pastorales, exhortaciones apostólicas y encíclicas han encontrado siempre una “bajada” en videos, charlas, foros, documentales y un largo etcétera. Así sucedió con la exhortación apostólica post-sinodal Amoris Laetitia, sobre el amor en la familia. Y éste no es un texto escrito en una oficina, entre cuatro paredes, sino fruto de las reflexiones de los mismos Sínodos diocesanos sobre la Familia realizados entre 2014 y 2015, vale decir, incorporando elementos y reflexiones que brotan de esos encuentros y citándolos directamente. Lo mismo con Fratelli Tutti, sobre la fraternidad humana, del 2020, que encontró una aplicación pedagógica y pastoral en un verdadero movimiento eclesial en torno a ella.

6. María en el centro de su vivir y mensaje pastoral
En 2017 el Santo Padre viajó a Fátima (Portugal) para la celebración del centenario de las apariciones de la Virgen María a los pastorcitos Francisco, Jacinta y Lucía. Allí, el 13 de mayo, exactamente 100 años después de la primera de las apariciones, el Papa declaró santos a Francisco y Jacinta, los niños testigos de las apariciones. Constantemente invoca a la Sma. Virgen y le ha dedicado cientos de reflexiones. Destaca su oración ante la imagen de la Virgen de Guadalupe en México, donde estuvo largos minutos en contemplación y oración ante ella.
7. Canonización de Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II, Mons. Romero y muchos laicos
Las canonizaciones realizadas por el Papa Francisco tienen la particularidad de que se trata de vidas ejemplares de una fuerte valoración y cercanía popular y afecto entre los fieles, como Carlo Acutis. Carlo padecía leucemia y fue conocido como el “ciberapóstol de la Eucaristía”. En 2014, contando con la presencia del Papa Emérito Benedicto XVI, el Papa Francisco declaró santos a dos Pontífices: San Juan XXIII y San Juan Pablo II. La ocasión, considerada histórica, reunió así a cuatro Papas de la Iglesia Católica.
8. Viajes históricos a Emiratos Árabes e Irak. Puentes con el mundo musulmán
El Papa Francisco ha llevado a la Iglesia a colocar su mirada en el Asia y tendiendo puentes con los países de la órbita de mayoría musulmana. Destaca la visita a los Emiratos Árabes de 2019, un encuentro considerado histórico por la implicación del Pontífice en los diferentes procesos de paz y reconciliación mundiales. Allí firmó junto al Imán de Al-Azhar, máxima autoridad religiosa islámica suní, una “Declaración común sobre la fraternidad humana”. También es destacable la visita a Irak de marzo del 2021, siendo el primer Pontífice en viajar a ese país, donde los cristianos sufren años de violencia y persecución. Durante su estancia, visitó iglesias que fueron destruidas por el Estado Islámico; participó en un encuentro interreligioso en la llanura de Ur, la tierra de Abraham siendo el primer Papa en celebrar allí una misa en rito caldeo.

9. Años duros con la pandemia de coronavirus
Al Papa Francisco le tocó lidiar con un mundo en estado de pandemia. El viernes 27 de marzo del 2020, el Papa presidió un momento extraordinario de oración por la pandemia del coronavirus en el que impartió la bendición Urbi et Orbi, a Roma y el mundo, con la posibilidad de los fieles de obtener indulgencia plenaria. Supo lidiar con esa tragedia animando a los fieles y humanidad a buscar nuevos caminos de encuentro, aumentar la solidaridad y crecer en su confianza en Dios.
10. Un Papa ecológico. Voz profética ante el cambio climático y cuidado del medio ambiente
La encíclica Laudato Si sobre el cuidado del medio ambiente es un hito profético ya que se adelantó a una corriente mundial de preocupación por el cambio climático y la crisis ecológica. Publicada el 2015, es un texto clave para abordar en forma integral el cuidado de la naturaleza. Ocho años después, en 2023, publica una nueva carta sobre el tema, Laudate Deum, endureciendo el tono ante la evidente destrucción masiva de nuestro frágil mundo. Nos advierte: No hay planeta de recambio. O cambiamos de actitud, o desaparecemos.
11. El Papa apóstol de las fronteras existenciales de la Iglesia
Son varios los viajes apostólicos notables e inéditos del Papa Francisco. Destaca la visita al Congreso de EE.UU, siendo el primer Papa en hablarle al Congreso americano. Pero son sus visitas a pequeños países, al margen del corazón del catolicismo europeo, las más destacables por su enorme valor simbólico. Más que la cantidad de personas convocadas –en algunos lugares como Timor Oriental con algunos pocos cientos de cristianos– el signo entregado al visitar lugares aislados, con comunidades católicas pequeñas pero fieles y valientes, es el de apoyo a todas las comunidades en la “diáspora cristiana”, sin importar los números. El más destacable es el de septiembre de 2024, un viaje de 12 días a Asia y Oceanía. Voló casi 43 horas, recorriendo varios miles de kilómetros y visitando regiones que, mirado desde el Vaticano, está en sus antípodas.

12. Incorporación de la mujer en el organigrama, gobernanza y estructura eclesial
No faltaron las buenas intenciones de Papas anteriores sobre este tema. Pero ha sido Francisco quien, con decisión y a pesar de las desconfianzas y recelos, ha dado pasos concretos en la incorporación de la mujer en la estructura de gestión y orden de la Iglesia. Destacan la primera mujer prefecta de un dicasterio del Vaticano y la secretaria general de la Gobernación del Vaticano, cargo tradicionalmente asignado a un obispo. O la primera mujer directora de los Museos Vaticanos. Y, quizá lo más significativo, la primera subsecretaria general del Sínodo de los Obispos, un órgano consultivo del Papa. Con estos nombramientos, el Papa invita a las diócesis a imitar su conducta e incorporar más a la mujer y a los laicos en la estructura de mando de la Iglesia local.
13. Tolerancia cero ante los abusos y transparencia en el actuar de la Iglesia
Más que grandes declaraciones sobre el tema de los abusos dentro de la Iglesia, el Papa ha tomado medidas concretas y claras sobre el tema que han permitido abordar estos delitos con prontitud, energía y decisión. Otro tanto en el orden de la economía vaticana, un trabajo de joyería para poder realizar un servicio más efectivo de los bienes de la Iglesia y aporte de los fieles.
14. El Papa de las fronteras existenciales
Francisco no solo habló reiteradamente de ir a aquellos que nadie llega, los más pobres y vulnerables, –“Quiero una Iglesia pobre para los pobres”, dirá en una ocasión–, las minorías, los que están al margen de la vida social y económica en todas partes. Él lo predicó con el ejemplo, visitando cárceles, hospitales, barriadas en sectores difíciles, dedicándole tiempo y espacio a los marginados y migrantes; niños, enfermos y ancianos.

15. El Papa del encuentro, del caminar juntos, de la sinodalidad
Quizá ha sido el último Sínodo de los obispos, en que se han incorporado laicos y religiosas, lo que más lo caracteriza y marcará su pontificado. Un hombre que tiende puentes, que acoge y escucha. En efecto, el Papa ha predicado con el ejemplo, viviendo con sencillez, buscando y acogiendo diversos puntos de vista. Él ha hablado de una Iglesia cuya armonía no es fruto de una suerte de uniformidad sino un canto sinfónico, polifónico, de donde brota riqueza y variedad, vida multicolor y por lo mismo rica y fecunda. Francisco ha sabido reconocer sus debilidades. Quizá ha sido ese estilo llano, sencillo, acogedor lo que ha extendido su influencia mucho más allá de los límites de la Iglesia. Hay que decir que, proporcionalmente, ha recibido en audiencia más líderes de países de fuera de la órbita cristiana que cualquiera de sus antecesores.
El Papa Francisco ha marcado indeleblemente la vida de la Iglesia y con ello la del mundo. No ha existido ningún tema gravitante de la política mundial en el que él no haya manifestado la opinión de la Iglesia; en que su palabra no haya buscada, sido fuente de inspiración y vida, escuchada y valorada. El encuentro de líderes mundiales en Dubái de diciembre de 2023 –la COP28, Convención de la ONU para el cuidado del medio ambiente– es un fiel reflejo de ello. Su llamado profético a ser “peregrinos de la esperanza” en este año jubilar, es una muestra más de un corazón de pastor que tiene a Jesús en el centro, colocándolo como referente vital en la vida de los hombres. Francisco ha caminado junto y en medio de una humanidad herida por las guerras, pobreza y desunión, solidarizando con ella, consolando a los caídos, los marginados y vulnerables, y la ha invitado a levantar la mirada para acoger a Cristo, única respuesta, con alegría y esperanza.
Fuente: Revista Vínculo, marzo de 2025, n. 388