El 21 de enero, Tercer Domingo del Tiempo Ordinario, celebraremos por quinta vez el "Domingo de la Palabra de Dios", instituido por el Papa Francisco en 2019 con el Motu Proprio "Aperuit illis". El tema elegido por el Papa para este año 2024 está tomado del Evangelio de Juan: "Permaneced en mi Palabra" (Jn 8,31). El objetivo principal de este domingo es promover "la celebración, la reflexión y la difusión de la Palabra de Dios". Para ello, en el n. 3 del Motu Proprio, se dan varias indicaciones, entre ellas "subrayar la importancia de continuar en la vida cotidiana la lectura, la profundización y la oración con la Sagrada Escritura, con particular referencia a la lectio divina".

Consejos para leer la Biblia

Todo cristiano debe tener la Palabra de Dios como punto de referencia en su vida de fe y como alimento de su espiritualidad. Esta Palabra se encuentra de manera privilegiada en la Biblia que, gracias a Dios, se ha hecho más conocida, leída y estudiada en los últimos años. Entre los muchos consejos que quisiera dar a quienes se inician en la lectura sistemática y orante de la Biblia, quisiera destacar dos en particular:

a) Leer la Biblia en oración

Es decir, no tomar el texto sagrado como un libro cualquiera, sino intentar leer la Biblia como un encuentro con el Dios Vivo y Verdadero. Para ello es muy útil el método de lectura orante de la Palabra de Dios, también conocido como Lectio Divina.

b) Evitar cualquier lectura fundamentalista

En otras palabras: considerar el texto en su contexto, sin tomar las palabras literalmente. Para ello, es importante estudiar la Sagrada Escritura asistiendo a alguno de los muchos cursos o grupos de lectura de la Biblia que existen, incluso online.

¿Cuál es la mejor secuencia para leer los libros de la Biblia?

Muchas personas me preguntan cuál es el mejor orden para leer la Biblia. Creo que la respuesta debe ser personalizada, porque el método elegido depende mucho del interés del lector, de sus búsquedas personales y de sus objetivos en la lectura de las Sagradas Escrituras. En un grupo de lectura bíblica en línea al que asisto teológica y espiritualmente -Theophilus- hemos optado por ofrecer la lectura de la Biblia en orden cronológico (es decir, según la época en que se escribieron los libros), lo que difiere un poco de la secuencia canónica (orden de los libros tal como aparecen en las ediciones católicas de la Biblia). Es uno de los muchos métodos que resulta muy fructífero, enriquecedor y espiritual, gracias también a las introducciones, comentarios y pistas de los instructores.

No sólo leer, sino comprender

Un principio importante para la lectura bíblica es intentar leer y comprender la Biblia como lo hace la Iglesia, renunciando a una interpretación muy personal y quizá abusiva. Siempre digo que necesitamos mucha humildad ante la Sagrada Escritura. Humildad ante Dios (porque la Palabra es suya y no nuestra) y humildad ante la Iglesia (porque muchos santos y eruditos han leído la Escritura antes que nosotros y pueden ayudarnos a comprender mejor lo que leemos). Según este principio, siempre es bueno rezar al Espíritu Santo para que ilumine nuestra lectura y nos conceda discernimiento, y siempre es importante pedir a la Virgen (que guardaba la Palabra en su corazón) la gracia de comprender el mensaje. También es bueno preguntar a los Padres y Doctores de la Iglesia qué entendieron ellos del texto leído, consultando obras de referencia como los comentarios patrísticos y teológicos. Algunos dicen que lo importante es leer. Yo creo que es tan importante leer como comprender. Por eso, agradezco a Dios por la sed de Palabra que ha puesto en su Pueblo y agradezco a la Iglesia Católica por la posibilidad de acceder a las Sagradas Escrituras con herramientas útiles para una correcta comprensión. Fuente: Schoenstatt Brasil - schoenstatt.org.br