Frutos del Curso Introductorio a Schoenstatt -CIS- en Centroamérica

En Centroamérica se realizó el Curso Introductorio a Schoenstatt (CIS) en el año 2020 de manera virtual y acogió a un gran número de matrimonios, que en medio del aislamiento físico, buscaba conectarse espiritualmente con personas de los mismos valores e ideales. En esa oportunidad el grupo fue nutrido con gran participación de matrimonios de diferentes países latinoamericanos, uno de ellos, Venezuela.

Los esposos Janeth González y Antonio Noda, que deseaban formar parte del Movimiento de Schoenstatt, estuvieron activos en todas las sesiones, desde Venezuela, mostrando un inmenso amor por la Mater, y sobre todo con una fuerza apostólica que se notaba en cada intervención.

El Movimiento ha estado presente en dicho país desde los años 80 ‘s con la participación notoria de la Campaña de la Virgen Peregrina, el rezo del rosario por un millón de niños y la construcción de al menos dos ermitas en Caracas. Esas corrientes de vida no se organizaron en forma de grupos o ramas y se mantenían dispersas en otras ciudades venezolanas como Valencia, Barquisimeto y Chichiriviche.

Con el impulso del CIS, los esposos Noda González profundizaron en su autoformación con una pareja venezolana perteneciente a la rama de Matrimonios, que les apoyó desde Costa Rica. Se enviaron libros de formación y otros materiales para que pudieran emprender la misión de dar nueva vida al Movimiento en Caracas.

 

 

En la búsqueda de la ermita en Caracas

El anhelo era muy grande, y así iniciaron la búsqueda de ese tesoro que representaba para ellos una ermita donde la Mater estaba esperando derramar nuevamente sus gracias y dar un nuevo impulso al crecimiento de Schoenstatt Venezuela. Se propusieron conseguir este pequeño lugar en el que se podría encontrar la tan amada Mater. Así llegaron a una tienda situada en los Dos Caminos, en Caracas. Allí les dieron la información de que conocían por comentarios de una vecina de la zona que existía una ermita en el Parque Humboldt, de la Castellana. A las faldas de la montaña icónica, símbolo de ciudad caraqueña, estaba ella…

Al día siguiente, el corazón de Antonio Noda fue tocado por un impulso sobrenatural que lo hizo levantarse a buscar la ermita. Después de mucho buscar llegaron a un parque deportivo donde al final estaba la Mater.

Así relata Antonio este encuentro: “Fue una alegría tan grande en nuestro corazón, que nuestra reacción fue llorar y arrodillarnos ante su presencia. Esta ermita se encuentra muy deteriorada por el tiempo. Nos dio mucho dolor verla en ese estado. Comenzamos a limpiarla un poco y posteriormente tomamos unas fotos con ella y se la mandamos a nuestro grupo de Schoenstatt Costa Rica, al hermano Angel Pacheco Bastidas y su esposa Aurimar González. Así fue nuestro bello encuentro con la Mater”.

En las últimas semanas Janet y Antonio han continuado con su apostolado de dar a conocer a la Mater en la parroquia San Juan Eudes, donde ya muchos fieles le rezan con devoción. Quieren ofrecer mucho capital de gracias para que este resurgir del Movimiento en Venezuela colme de bendiciones a esta hermosa Nación.