La Alianza de Amor fortalece un vínculo profundo entre María y sus aliados. Esta relación está llamada a moldear toda la vida. Todo lo que hacemos puede trascender si nos tomamos en serio la Alianza de Amor. Compartimos aquí la experiencia de la familia Melquiades, en Brasil. Los hijos relatan lo que significa para ellos que sus padres vivan la Alianza.

Alianza de Amor

Con Cristo resucitado celebramos el Día de la Alianza. En este mes de abril, la Familia de Schoenstatt recuerda un episodio destacado de su historia: el día en que la madre del Padre José Kentenich, Catalina, lo consagró al cuidado de la Virgen al dejar a su hijo en el orfanato.

El niño solo tenía nueve años y seguía atentamente la oración de su madre. Desde ese día, María se convirtió en la educadora y formadora del pequeño José. Años más tarde, el Padre Kentenich pudo decir que este acontecimiento fue la semilla que dio origen a la Obra de Schoenstatt. Porque antes de sellar la Alianza de Amor, él mismo ya había experimentado la eficacia de tener a María como educadora en su vida.

Hoy, cuando sellamos una Alianza de Amor, cada persona experimenta lo que nuestro fundador experimentó al ser consagrado al cuidado de la Santísima Madre. Y como Catalina, muchos padres y madres viven esta Alianza con una profunda confianza filial, inspirando la vida de sus hijos.

Un ejemplo de ello es lo que vemos en la vida de los cinco hijos de Helena y Joaquim Melquiades, del Instituto de Familias de Schoenstatt. Sus hijos nos lo cuentan:

Testimonio de la familia Melquiades

La Alianza de Amor de mis padres fue fundamental para mi trayectoria de amor a Cristo y a la Virgen. Fue a partir de ellos que pude vincularme a la MTA y al Santuario. La Alianza de Amor de los esposos fructifica en la vida familiar y en la educación de los hijos. En este sentido, el ejemplo de una vida de oración, de fidelidad al Movimiento y a la Iglesia marcó mi infancia y mi juventud. La experiencia del Santuario Hogar como lugar de entrega de alegrías y dificultades y como base para la toma de decisiones me mantuvo vinculada a los valores cristianos y en la búsqueda de seguir los pasos de la Divina Providencia. Toda esta experiencia me permitió aclarar mi vocación al matrimonio, me motivó a formar una familia y a seguir los consejos evangélicos en el ámbito familiar. Doy gracias a Dios por mis padres y mi familia.

Alianza de Amor

Fábio Luiz Melquiades – Federación de Familias de Schoenstatt

Creo que lo que me motivó a participar en el Movimiento y a sellar la Alianza de Amor con la MTA fue sin duda el ejemplo de vida, los sacrificios y las ofrendas de mis padres al Capital de Gracias. Toda esta dedicación fue fundamental para mi formación como persona. En nuestro hogar siempre tuvimos a nuestros padres como modelos que nos inspiraron a ser lo que somos hoy, y todo esto es fruto de la Alianza de Amor sellada por ellos. Otro aspecto muy importante en mi proceso de crecimiento espiritual fue la libertad que siempre nos dieron para decidir por Schoenstatt y seguir el camino que Dios quería para cada uno.

Everson Ricardo Melquiades – Federación de Familias de Schoenstatt

La Alianza de Amor sellada como esposos es un gran impulso para vivir la santidad matrimonial y la búsqueda de vivir santamente día a día, especialmente en la relación con los hijos. Creo que la Alianza de Amor que sellaron mis padres ha ayudado en mi crecimiento espiritual como hijo, a tomar siempre decisiones dentro de la fe cristiana y también a que busque la santidad en mi vida diaria. Solo puedo agradecer que mis padres sellaron la Alianza de Amor con la Virgen y que son un ejemplo para mí.

Rafael Augusto Melquiades – Instituto de Familias de Schoenstatt

Nacer en un hogar schoenstattiano fue y sigue siendo una gran gracia por la que doy gracias a Dios cada día. En mis padres veo claramente lo que es vivir la Alianza de Amor en Schoenstatt. No por las teorías, sino por los ejemplos que me dieron y me dan en la vida práctica, en la confianza en la Mater frente a las dificultades, en el respeto mutuo entre ellos, con sus hijos y nietos, en la fidelidad a los compromisos que asumieron, especialmente en Schoenstatt y en la Iglesia, en el criterio de las decisiones diarias, en la intensa vida de oración y entrega al Capital de Gracias, en la libertad que me dieron para decidirme por Schoenstatt y seguir mi vocación.

A esta experiencia de la Alianza de Amor matrimonial está unida la presencia del Santuario Hogar – Reino de la Inmaculada, donde como familia nos reunimos frecuentemente para rezar, conversar y tomar decisiones. El hogar siempre ha estado envuelto en la atmósfera de la Inmaculada Concepción.

Mi vocación nació, creció y se fortalece hasta hoy gracias a la oración y la dedicación de mis padres, que fieles a su Alianza de Amor, viven plenamente el «Nada sin ti, Nada sin nosotros».

Ana Christina Melquiades – Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt

También nosotros estamos llamados a vivir en una estrecha alianza con Dios Padre. El camino más corto, seguro y rápido es María. Ella nos lleva a Jesús, al Padre. En la inseguridad en la que vivimos en el tiempo presente, la Alianza de Amor nos da derecho a un espacio seguro en el corazón de Dios Padre.

¡Feliz Día de la Alianza de Amor!

Fuente: Schoenstatt Brasil (www.schoenstatt.org.br)