[vc_row][vc_column width=»1/12″][/vc_column][vc_column width=»10/12″][vc_column_text]Del 21 al 23 de abril varias celebraciones marcaron los días festivos del jubileo. El Santuario Tabor fue el único en Brasil inaugurado personalmente por el Fundador, Padre José Kentenich, y recibió su visita varias veces.
Dentro de la programación se realizó una vigilia en la noche del 22 de abril, preparada por las diferentes ramas de la Familia de Schoenstatt. Muchas personas participaron en esta noche de oración.
Comienza un tiempo de gracias
El día del jubileo fue de alabanza a Dios y a María. El programa comenzó con una Santa Misa festiva, presidida por el Padre Gabriel Wetch Umfinama Emtenda, sacerdote guanelliano. Tocó los corazones al dar su testimonio personal sobre cómo el Santuario Tabor influyó en su vocación.
Tras la celebración, comenzó la adoración eucarística, que continuó durante todo el día.
Homenajes oficiales en el Ayuntamiento de Santa María
Por la tarde, hubo un homenaje al Santuario Tabor en el ayuntamiento de Santa María. Las galerías del ayuntamiento se quedaron pequeñas para acoger a todos los schoenstattianos que acompañaron la ceremonia.
Participó del encuentro la orquesta del Centro de Referencia Familiar Recanto do Sol (Cefasol), obra social mantenida por las Hermanas de María con la colaboración de la Familia de Schoenstatt de Santa Maria.
Santa Misa festiva con el arzobispo de Santa María
La Familia de Schoenstatt de Santa María abarrotó la capilla Tabor, en la casa aledaña al Santuario, en la noche del jubileo, en una Misa festiva presidida por el Arzobispo Leomar Antônio Brustolin.
Al llegar, todos fueron recibidos con una «galería de héroes» con fotos y breves biografías de personas del Movimiento de Schoenstatt que se destacaron por su testimonio de vida durante estas más de siete décadas de historia.
En su homilía, Mons. Leomar pronunció una catequesis sobre los Santuarios a la luz de la solemnidad de la Pascua. Después de la Santa Misa, los presentes se dirigieron al Santuario para un sencillo homenaje a la Madre de Dios, cerrando este momento festivo y especial para todo Brasil.[/vc_column_text][vc_gallery el_id=»gallery-786841″ type=»justified» medias=»30619,30615,30611,30607,30603,30599,30595″ justify_row_height=»250″ gutter_size=»3″ single_overlay_opacity=»50″ single_padding=»2″][vc_column_text]
Un Santuario que irradia sus gracias al mundo
El Santuario Tabor es un centro que se destaca no solo en Brasil, sino que también tiene relevancia internacional. Allí ocurrieron acontecimientos significativos para la historia del Movimiento de Schoenstatt en todo el mundo.
La Campaña de la Virgen Peregrina surgió del Santuario Tabor y hoy es un lugar de importancia de la Obra ante la Iglesia, la sociedad y el mundo, gracias a la misión y al apostolado del siervo de Dios Don João Luiz Pozzobon, que se encuentra en proceso de beatificación.
Precisamente por ser el lugar de origen de la Campaña, todas las imágenes peregrinas auxiliares, similares a la original de don Joao, normalmente para las diócesis, que existen en el mundo son enviadas desde Santa María.
Cabe mencionar que la Carta de Santa María, considerada el Acta de Fundación de la Obra de Familias de Schoenstatt, fue escrita por el Padre José Kentenich a la sombra del Santuario Tabor. También fue allí donde se confeccionó la Cruz de la Unidad, hoy considerada uno de los grandes símbolos del Movimiento de Schoenstatt.
También tiene relevancia el momento en que el Padre José Kentenich entregara la corona y el cetro a la Mater en el Santuario Tabor como Reina de la Filialidad Heroica, el 20 de agosto de 1949. Este gesto es una continuación del Tercer Hito de la Obra de Schoenstatt, cuando expresa la respuesta a los desafíos que estaban por venir. La respuesta se resume en vivir la filialidad en Cristo en grado heroico, lo que significa, con esto, vivir la santidad de cada día.
Fotos: Schoenstatt Brasil[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/12″][/vc_column][/vc_row]