Este año, la Familia de Schoenstatt de Olinda, en el estado de Pernambuco, Brasil, organizó la segunda edición de la cena de Navidad para personas sin hogar. La iniciativa es liderada por los integrantes del Proyecto «Madre Reina de la Misericordia», a cargo de miembros del Movimiento.
El Padre Vitor Hugo Possetti, rector del Santuario de Schoenstatt en Olinda, destacó que la cena ofreció más de 300 comidas, que fueron elaboradas y servidas en forma de buffet, con mesas, sillas y manteles. También hubo momentos de oración, música, teatro y reflexión, preparando el corazón para la Navidad. Todo tuvo lugar en la Praça do Carmo, en Olinda, el 13 de diciembre.
Más allá de la comida, lo principal es el amor
Todo se hace con mucho cuidado, porque los invitados de la noche son muy especiales para nosotros. Son nuestros hermanos sin techo y las familias necesitadas de la zona, que buscan comida en las plazas todos los días. Son personas que conocemos y con las que el proyecto comparte cada semana las visitas de la Madre Reina de la Misericordia. Más que comida, esta noche fraternal está al servicio del amor y del respeto a la dignidad, de una mirada amiga. Es una noche para celebrar la Navidad entre hermanos y hermanas.
Ana Cristina Vasconcelos señala que la iniciativa de la Cena es proporcionar un momento de confraternización con los que reciben las comidas distribuidas por el proyecto todos los miércoles, ya que muchos no tienen una cena similar en Nochebuena.
Esperan esta noche y se acercan a Dios
Valdecira Regina da Silva, expresidenta de la población de la calle de Olinda, cuenta que durante algunos años se encargó de organizar las donaciones, para que haya igualdad entre los que reciben la comida. Para ella, que ha estado en el proyecto desde el principio, esta cena es muy importante porque a menudo la gente no tiene ni para comer a diario.
También dice que el objetivo del Proyecto Madre Reina de la Misericordia es ofrecer alimentos para el espíritu junto con las comidas. Los invitados especiales esperan esta velada, sacian su hambre, dan gracias a Dios y se sienten muy felices.
Ayuda a los más necesitados, que somos nosotros
Jaciara Mara Soares, una de las invitadas de la velada, declaró: «¡La cena ha sido maravillosa! Ayuda a los más necesitados, que somos nosotros, la gente de la calle. Me encanta el personal. Son como mi familia. Es otro año que participo y me encantó la presentación. Fue muy bonita y a todos nos encantó».
La joven Perola Vitória Soares, de 13 años, hija de Jaciara, también dice: «Me encanta el personal de Mãe Rainha. ¡La cena fue maravillosa! Bromeaba diciendo que me gustó más la presentación de la Virgen que la cena. Nos gustó mucho porque nos ayudan a las personas sin hogar y también a personas que tienen casa pero están necesitadas. La cena estuvo más que bien, fue perfecta. Sabemos que lo hicieron con mucho cariño y amor».
Sin apellidos, son queridos por la Mater y llenos de amigos
El Sr. César, que no sabe su nombre completo, estuvo en la cena y dijo que participa todos los años. Para él, la Palabra de Dios y los momentos de oración ante la imagen de la Virgen ayudan mucho. Larry, que tampoco sabe su apellido, compartió: «¡La cena estuvo bien! Es estupendo cuando viene la Virgen. Ya tengo muchos amigos en el grupo y me alegro cuando vienen, porque es muy difícil y peligroso en la calle.»
Del santuario a la calle
La cena para los sin techo comenzó durante la pandemia. Algunos matrimonios de la Liga de Familias distribuyeron comidas a personas que vivían en los alrededores del barrio de Casa Caiada. De ahí surgió la propuesta de llevar la cena de Navidad al Santuario de Schoenstatt, Tabor de la Nueva Evangelización. En ese mismo período, se creó el proyecto Madre Reina de la Misericordia.
Según el P. Vitor Possetti, el proyecto comenzó en la Cuaresma de 2020. Está formado por miembros de las más diversas ramas, comunidades y grupos que componen la Familia de Schoenstatt. Las actividades misioneras se desarrollaron a lo largo del período de aislamiento, por el Covid-19, y en 2021.
Debido a la pandemia, no fue posible realizar la primera cena en 2021, pero se distribuyeron comidas a los inscriptos. En 2022, el proyecto Madre Reina de la Misericordia abrazó la idea y asumió los retos. Elaboraron un menú para pedir donaciones de alimentos, se organizaron y la primera cena tuvo lugar en la Praça do Carmo.
Transformar la sociedad
A lo largo del año, el Proyecto Madre Reina de la Misericordia sigue ayudando a muchas personas a disponer de alimentos básicos. No es posible para el proyecto resolver los problemas de todos estos hermanos y hermanas sin hogar. Pero una cosa sí es posible: hacer todo lo posible para ayudar a la Madre y Reina de Schoenstatt en la misión que Dios le confía en el Santuario: colaborar en la transformación de la sociedad, para que surja un mundo nuevo.