Un mensaje de esperanza en Dachau

Hna. M. Elinor Grimm

Alrededor de 30 schoenstattianos, en su mayoría matrimonios, se reunieron el domingo 19.01.25 para recordar el 20 de enero de 1942 en el memorial del campo de concentración de Dachau. La esperanza brotó una y otra vez esa tarde, en consonancia con el tema del Año Santo. El tiempo soleado también contribuyó a crear un ambiente esperanzador en un lugar donde muchos habían perdido toda esperanza. Con nuestro fundador, el Padre Kentenich, fue diferente. Irradiaba confianza, como atestiguan sus compañeros de prisión. Se esforzaba por fortalecer la esperanza en ellos.

Primero se reunieron en la sala conmemorativa. Allí, junto al relieve de la MTA y la imagen del P. Kentenich, se rezó en silencio y se recordó la coronación. Luego llegó la hora de la Santa Misa en la iglesia del Carmelo. Canciones del libro la Gloria de Dios (Gotteslob) e himnos de Schoenstatt fueron acompañados por guitarra y flauta.

visitors to the Dachau concentration camp

¿De dónde viene el vino?

El P. Frank Riedl comenzó su sermón con esta pregunta, basándose en el Evangelio. Contó que durante algún tiempo alguien regaló vino en el santuario de Kleinschönstatt, Múnich. El donante no fue reconocido. Probablemente se tomó al pie de la letra la inscripción del jarrón para las contribuciones al capital de gracias: No tenemos más vino.

Sigamos con el sermón: «Quizá podamos hacer nuestra la pregunta: ¿De dónde viene el vino? En sentido figurado, la pregunta podría ser: ¿De dónde sacamos la confianza, especialmente en tiempos que nos desafían? ¿De dónde sacamos la esperanza de que vamos hacia un buen destino, de que la historia es y será historia de salvación a los ojos de Dios? ¿De dónde viene nuestra alegría de vivir? ¿De dónde viene el sentido de nuestras vidas, de nuestro mundo?

¿De dónde viene el vino? A menudo me he preguntado cómo el Padre Kentenich podía decir esto habiendo tanta inseguridad en vista de la inhumana situación en el campo de concentración: «Mi actitud interior era de total tranquilidad. (…) Tampoco sentía miedo en mi corazón». Algunas personas que lo conocieron (al prisionero J. Kentenich) tuvieron la impresión de haber entrado en contacto con otro mundo. ¿Qué experiencia interior hay detrás de que alguien pueda hablar así, de que alguien esté tan completamente seguro e irradie eso? Hay una confianza inquebrantable en que su vida y la de todo el Movimiento están sostenidas y protegidas en las manos de Dios y bajo la mirada de la Virgen María.

Podemos contemplar el salto de fe del 20 de enero de 1942 desde una perspectiva retrospectiva, es decir, desde sus efectos. El origen de esta fe, sin embargo, se remonta a mucho tiempo atrás. Para el P. Kentenich era importante ver el crecimiento de su fe personal en relación con el crecimiento interior del Movimiento. Permanecer en la confianza divina es el punto de partida del segundo hito. Esto debería ser también para nosotros hoy un estímulo para profundizar más en nuestra alianza de amor y fe y en nuestra fe.

image of Our Lady in Dachau concentration camp

Hemos aprendido a tener esperanza como lo hizo nuestro fundador

En las intercesiones, preparadas por la Hna. M. Monika März, rezamos intensamente por la esperanza. Por ejemplo: «Rezamos por todos los que viajan como peregrinos de la esperanza en el Año Santo y dan testimonio de su fe en un Dios amoroso y humano. Dios de los nuevos comienzos, ¡fortalece nuestra esperanza!».

También escuchamos ejemplos esperanzadores de la estancia de nuestro fundador en Dachau durante la parada que hicimos en la Capilla de la Agonía de Cristo. Por ejemplo, el P. Kentenich fue capaz de hacer sonreír poco a poco a un preso melancólico, para que se volviera más sereno y optimista con palabras amistosas y de aliento.

Después de una oración personal en el bloque 26, el bloque de los sacerdotes, nos reunimos para un impulso en la cálida sala de reuniones de la Iglesia de la Reconciliación. Brigitte Krompass (Federación de Mujeres) comenzó explicando la lucha del Padre Kentenich por entender y hacer la voluntad de Dios y lo que le llevó a tomar la decisión – incomprensible para muchos en aquel momento – de no ser reexaminado y escrito como no apto para ser enviado al campo de concentración.

Invitación a una nueva reunión

La Hna. M. Elinor Grimm, inspirada en la exposición actual «Victoria» de la sala de reuniones, nos animó a que también nosotros nos dejáramos llevar por la confianza, ¡porque tenemos como compañera a la Madre, Reina y Victoriosa Tres Veces Admirable de Schoenstatt! Se hizo referencia al nuevo cortometraje Ein Überleben Lang (Una larga supervivencia), basado en las grabaciones secretas del prisionero Edgar Kupfer-Koberwitz en el campo de concentración de Dachau.

La Hna. M. Elinor nos invitó al domingo 6 de abril. Se cumplen 80 años de la liberación del P. Kentenich del campo de concentración de Dachau. Nos gustaría «encontrarnos» con nuestro fundador en Dachau. Por la tarde, tenemos previsto encontrarnos con el Padre Kentenich en Schönbrunn. Allí pasó su primera noche de libertad en el convento de las Hermanas Franciscanas de la Divina Providencia. Por eso, al igual que él, celebraremos también la misa de acción de gracias en la Iglesia de San José.

Traducción: Hna. M. Lourdes Macías

Compartir

con sus seres queridos

Artículos relacionados que pueden interesarle