Fue en ese contexto que el día 22 de mayo de 2013 recibimos una noticia que nos sorprendió a todos.
Al igual que la noticia de la resurrección de Jesús, muchos no podíamos entender, o no dábamos fe a lo que escuchábamos. De distintos lugares llegaban las preguntas sobre la veracidad de la información. Y nadie tenía mucha claridad al respecto. Fue una noticia que a todos nos tomó por sorpresa. Por eso la recibíamos con cautela y bastantes dudas. Con categorías de hoy, hubiese sido calificada como una “Fake news”. Seguramente eran inventos de alguien que había malinterpretado algún tipo de información recibida.
Pero no fue así. ¡¡Era verdad!! En su asamblea provincial, la Comunidad de los Palotinos había decidido regalar a la Familia de Schoenstatt Internacional el Santuario Original.
Era directamente un “regalo”. Lo habíamos pedido y anhelado mucho, habíamos buscado distintos caminos, pero fue directamente Dios, quien, a través de la generosidad de los Palotinos, puso el Santuario Original en nuestras manos como el mejor regalo de cumpleaños para celebrar los 100 años de la fundación.
¡Y vaya que fue un gran regalo! Durante todo ese año jubilar fueron miles de peregrinos los que pudieron llegar hasta Schoenstatt y experimentarse especialmente acogidos. Poder, literalmente, “llegar a casa”.
En ese tiempo yo vivía en Schoenstatt y siempre me conmovió (al igual que hasta hoy) lo que significaba para los peregrinos poder llegar hasta el Santuario.
Algunos llegaban después de años ahorrando moneda a moneda. Otros se escapaban desde el aeropuerto en alguna escala de un vuelo. O viajaban por horas para visitar el Santuario y volver a la ciudad donde estaban. Pero todos quería llegar hasta el Santuario Original.
¡Qué distinta hubiese sido nuestra celebración sin el Santuario!
Ya han pasado 10 años de aquel 22 de mayo. En este tiempo ha habido momentos importantes donde el Santuario ha estado en el centro. Pienso especialmente en la pandemia del Corona Virus. Fueron miles los que se vincularon día a día a nuestra fuente de gracias. Participando de las Eucaristías en distintos idiomas, de las adoraciones y rosarios. O simplemente se pusieron delante de la Mater con sus preocupaciones y necesidades.
Aunque lo hubiésemos planeado, creo que no hubiese sido posible desarrollar una estrategia mejor para vincularse al Santuario y llevarlo a todos lados. A través de algo tan duro y difícil como la pandemia, la Mater nos regaló nuevamente el Santuario para el mundo entero.
Creo profundamente que lo sucedido no fue ni casualidad ni coincidencia, sino que fue Dios quien nos sorprendió y nos mostró su amor y su fidelidad con contundencia. Por eso es que queremos celebrar con profundo agradecimiento y alegría este aniversario.
Invitación
El día domingo 21 de mayo queremos recordar y revivir esa fecha. Queremos agradecerle a Dios con una Eucaristía y alabar a la Mater con una serenata. Para terminar con una noche de adoración al Señor en distintos idiomas, donde nos queremos unir desde todos los rincones del Mundo.
Aquí encontrarán el detalle del programa para ese día y una cordial invitación para poder participar y vincularse desde donde cada uno está:
Creo que tampoco es coincidencia que esta celebración suceda una semana antes de la fiesta de Pentecostés.
Así como el regalo de la resurrección se transforma en misión para los discípulos, creo que también el regalo del Santuario se nos entrega en forma de misión a toda la Familia. Esta realidad fue lo que quisimos expresar cuando, tomando las palabras del Papa Francisco, hablamos de un “Schoenstatt en salida” en el centenario de la Alianza.
Diez años después queremos renovarnos en el convencimiento de que el Santuario, la Alianza, nuestra espiritualidad son un don, no para guardarlos, sino que para vivirlos y entregarlos con humildad y alegría.
¡Qué ese día 22 de mayo, cada schoenstattiano, allí donde esté, pueda decir!