Líderes y representantes de las diferentes ramas y comunidades del Movimiento de Schoenstatt en México se reunieron del 2 al 4 de septiembre en el Santuario «Corazón fiel de la Iglesia» en la ciudad de Querétaro, para participar en la tradicional Jornada Nacional de Dirigentes.
Con mucha alegría por vivir una jornada presencial después de tres años, dirigentes de las ramas de familias, señoras, profesionistas, misioneras, liga de enfermos, juventudes femenina y masculina, y de las comunidades de Federación e Instituto de Familias, así como de los Padres y Hermanas de María, pudieron congregarse y participar de una jornada que llevó por nombre «Fiel a la misión del Padre», que es parte del Ideal Nacional, y que enriqueció mucho a todos.
La Hermana Mara; Joche e Ivonne de la Rama de Familias; y José Pablo, de la JM, transmitieron de una manera muy clara y amena las experiencias vividas en el Congreso de Pentecostés, que tuviera lugar el pasado mes de junio en Schoenstatt, Alemania.
A su vez, el Padre Alejandro Martínez expuso la situación actual de la causa del Padre Kentenich, y habló de la responsabilidad y tarea que los schoenstattianos tienen al respecto. Y por último, el Padre Rodrigo Correa habló de la sinodalidad y de cómo aplicar el proceso y espíritu de sinodalidad en el Movimiento de Schoenstatt.
En otro momento de la jornada, todos los participantes, divididos en mesas de trabajo, pudieron compartir el sentir y pensar sobre los temas y hacer propuestas sobre la tarea dentro y fuera del Movimiento.
Impulso Misionero
Concluyeron que están llamados a ser actores activos y partícipes de Schoenstatt, a vivir en la confianza con un compromiso y fidelidad que lleven a la acción. Esto incluye estudiar más de la historia, del P. Kentenich, de su carisma, su pedagogía y su misión, que es también la misión de la Familia.
También vieron como esencial el apoyar a los jóvenes con sus iniciativas y abrirles espacios de intercambio, e ir caminando juntos como una Familia de familias, con una atención mutua, con oración humilde, conociendo y haciendo vida el carisma, y con un amor heroico entre todos, sabiendo que el Espíritu Santo irá conduciendo para ir cumpliendo los planes de Dios para la Familia, y con la confianza puesta en la Alianza de amor con la Mater:
¡Nada sin ti, nada sin nosotros!
¡Ser fieles a la misión del Padre es tarea de todos!