María fue el centro de todas las celebraciones que tuvieron lugar el domingo 18 de mayo en el Monte Schoenstatt, en Mulgoa (Australia), como parte de la peregrinación mariana anual. En consonancia con el Año Jubilar 2025 de la Iglesia, el lema de la peregrinación de este año fue «Con María, peregrinos de la esperanza».
Se calcula que unas 900 personas desafiaron las bajas temperaturas y las amenazantes nubes para participar en la Santa Misa celebrada por el obispo Vincent Long, OFM Conv, de la diócesis de Parramatta. La misa fue concelebrada por el reverendo padre Pawel Barszczewski OP, así como por los diáconos Jerome D’Rozario y Wilfredo Limjap, y seminaristas del Seminario del Buen Pastor de Sídney.
Indulgencia plenaria en el Año Jubilar
El sacramento de la reconciliación también estuvo disponible para todos los peregrinos desde por la mañana. Muchos aprovecharon la oportunidad para confesarse y obtener así la indulgencia plenaria al visitar el Santuario de Schoenstatt en Mulgoa, uno de los tres lugares de peregrinación designados dentro de la Diócesis de Parramatta como parte del Año Jubilar.
Uno de los momentos más destacados de la peregrinación mariana anual es la presentación de nuevas imágenes de la Virgen Peregrina como parte del Apostolado de la Virgen Peregrina de Schoenstatt. Este año se nombraron ocho nuevos misioneros, a las que se les entregó la Imagen Peregrina, que ahora viajará de casa en casa llevando la luz, la esperanza y las gracias de su Hijo, Jesucristo, a la vida de quienes la acogen.

Cientos de misioneros ya existentes también asistieron a la celebración para renovar su compromiso anual y ser enviadas una vez más a sus círculos. El obispo Long se mostró visiblemente sorprendido y expresó su alegría por el gran número de personas que forman parte de la amplia comunidad de Schoenstatt y que comparten el mismo amor y devoción por Nuestra Señora.
15 nuevos aliados
Los numerosos puestos de comida ofrecían diversos tipos de cocina, por lo que los peregrinos pudieron reponer fuerzas con el almuerzo a tiempo para el programa de la tarde, que incluía una procesión eucarística que partía del valle. Los peregrinos seguían detrás del Santísimo Sacramento, rezando y meditando sobre los Misterios Gloriosos del Santo Rosario. Por otra parte, aquellos que no pudieron participar en la procesión tuvieron la oportunidad de recibir el sacramento de la unción de los enfermos, que contó con una gran afluencia de asistentes.

La procesión culminó en el santuario, donde tuvo lugar el momento culminante del día. Quince candidatos, preparados por las Hermanas de María de Schoenstatt, hicieron su alianza de amor con la Madre Tres Veces Admirable. Al entrar en la alianza de amor, el pueblo se comprometió concretamente a recorrer el camino de la vida como peregrinos de la esperanza, con María a su lado como madre y educadora, y como aquella que siempre los llevará más cerca de Cristo. La alegría en sus rostros era evidente para todos, ahora que buscan vivir la misión de María desde el Santuario, revelando su presencia en el mundo a través de su ser y sus acciones.
Traducción: Hna. M. Lourdes Macías