La Juventud de Schoenstatt de Argentina se encuentra con el Papa León XIV
Karen Bueno
La Juventud de Schoenstatt de Argentina tuvo una oportunidad muy especial el miércoles 6 de agosto de 2025. Durante la audiencia general, se reunieron con el Santo Padre, el papa León XIV. En esta ocasión, el padre Juan María Molina le presentó la imagen de la Virgen Peregrina.
El grupo está compuesto por 45 jóvenes de las Juventudes de Buenos Aires y sus asesores, los padres Juan María Molina y Francisco Bosch. Recientemente, participaron en el Jubileo de la Juventud en Roma.
Este encuentro fue posible gracias a la intermediación del exsecretario del papa Francisco, un sacerdote argentino, que les permitió acceder al lugar reservado para la audiencia.
El padre Juan Molina cuenta más detalles sobre esta experiencia especial:
El encuentro fue más bien un saludo al terminar la audiencia. Algunos de los grupos que habían sido designados previamente se acercaron a saludar, y nosotros hicimos lo mismo. Yo formaba parte de este grupo y pude saludarlo. Nos sacamos una foto y, bueno, me pareció significativo que, como grupo de la Juventud de Schoenstatt, pudiéramos entregarle un regalo al Papa. Lo que más nos representa como jóvenes de Schoenstatt es la misión, llevar a la Virgen Peregrina, que tiene muchas misiones y convoca a mucha gente. Por eso, me pareció significativo regalarle la imagen de la Mater Peregrina.
Le dimos este regalo prometiéndole nuestras oraciones por él, por su papado, por su ministerio y por su vida, y también confiándolo a la Mater para que lo tenga cerca y él pueda caminar con ella.
Él lo agradeció, lo recibió y conoció la imagen.
Yo también recordaba al papa Francisco; nosotros somos de Buenos Aires, de las tierras del papa Francisco. Sabíamos que, al inicio de su pontificado, Francisco había recibido una imagen de la Virgen Peregrina a través del padre Alexandre Awi, y que la había conservado hasta el final de sus días. Por eso, con ese recuerdo, me pareció oportuno que recibiera la imagen de la Peregrina, independientemente de lo que terminara haciendo con ella.
Para todos nosotros fue un cerrar con broche de oro de unos días del jubileo de los jóvenes, de renovación en la fe, de encuentro, de celebración y de fiesta. También fue una expresión muy concreta de nuestra incorporación, de nuestro sentir con la Iglesia y de nuestras raíces, que queremos ver ahí. Por otro lado, gracias a Dios, los jóvenes lo viven con mucha naturalidad y se sienten muy involucrados con la Iglesia universal, pero también con la Iglesia local, con buena participación en las parroquias, y desde ahí también aportan lo suyo.
Entonces, bueno, Schoenstatt para la Iglesia no quiere ser una ideología, sino la gracia de compartir a la Mater, que nos permite y nos regala un modo particular de caminar con ella. Me gustaría pensar que cuando le entrego la Virgen Peregrina y le pido permiso para darle un abrazo, en ese abrazo también están los 45 millones de argentinos, los Schoenstattianos del mundo, las personas de fe que acompañan, quieren, sostienen y confían en él.
*Nota de la redacción: El encuentro con el Papa fue con la Juventud Masculina y Femenina de Schoenstatt, y no solo con la JM, como se mencionó anteriormente.