En 2021, la comunidad de las Hermanas de María en Burundi (África Central) abrió un centro de formación en costura llamado «AKAZOZA KEZA – BUEN FUTURO».
Este centro está dirigido a mujeres y niñas con un nivel de estudios primarios que quieran aprender este oficio para mejorar sus vidas y las de sus familias.
Desarrollo de habilidades personales
Además del oficio de costurera, la formación se centra en la vida comunitaria, en el espíritu creativo y trata de desarrollar el talento y las aptitudes de las personas. La situación de pobreza suele impedir que las personas prosperen y crezcan en la fe. El centro de costura permite a las mujeres desarrollar perspectivas positivas. Cada mujer elabora un plan de autofinanciación y desarrolla un proyecto.
Celebración con entrega de certificados
El cuarto grupo de mujeres ha completado este programa de formación y cada una de ellas recibió un certificado durante una ceremonia.
Al principio, las mujeres, junto con sus familias y otros invitados, celebraron una Santa Misa en acción de gracias. En su sermón, el Padre Dismas destacó la importancia de la sastrería. Dijo: «Vosotras vestís el cielo y la tierra. La Virgen María aparece vestida cuando se aparece. Ella también confeccionó para Jesús y lo vistió».
También dio el consejo de no trabajar como otras personas del mundo, que sólo intentan ganar dinero, cueste lo que cueste, sino permanecer honestos, auténticos y justos.
Regalos de la Madre Tres Veces Admirable
A continuación, todos los presentes tomaron asiento en la gran sala. Juliette Kavabuha tomó la palabra y ofreció su más sincera felicitación y consejo a los graduados. Les recordó que este día es uno de los regalos que nos hace la Madre Tres Veces Admirable y pidió a las mujeres que mostraran en su entorno el espíritu que han recibido de este centro. El centro no sólo las había formado en sastrería, sino que también habían recibido formación espiritual.
Expresión de alegría
Una de las 17 mujeres que asistieron al curso de costura tomó la palabra para expresar su alegría. Expresó su sincero agradecimiento a los responsables del centro «Akazoza Keza» y a la profesora, que se había entregado en cuerpo y alma al curso. También dio las gracias a sus compañeros por la buena relación que había reinado entre ellos durante los últimos seis meses. Como muestra de gratitud, les regaló una imagen de San José, que les acompañará en su trabajo como sastres.
El aula de formación se queda pequeña
La hermana M. Françoise también toma la palabra. Contó cómo surgió la idea: la comunidad de las Hermanas de María de Schoenstatt se dio cuenta de la miseria que hay en el país, especialmente en las familias, y de que esta miseria amenaza sobre todo a muchas mujeres y niñas.
De ahí surgió la idea de crear este centro de costura para apoyar a las mujeres y niñas que lo necesitan. Informó de que tienen diez máquinas de coser, pero la sala de formación es muy pequeña y todavía hay muchas mujeres que quieren aprender.
Finalmente, las universitarias schoenstattianas felicitaron a las graduadas y expresaron su alegría bailando. La celebración terminó con un refrigerio.
Fotos: Hna. M. Lisette Seiter, Bujumbura, Burundi
Fuente: Hermanas de María de Schoenstatt – s-ms.org