Feliz cumpleaños, Padre Kentenich: ¡Unidos a ti, todos somos Schoenstatt!

Schoenstatt Internacional

Han pasado muchos años desde que Dios llamara a la vida al niño Pedro José Kentenich en Gymnich (Alemania). Su madre y su familia seguramente no podían imaginar, aquel 16 de noviembre de 1885, el camino que recorrería este niño.

Hoy, al repasar su historia, vemos cuántas vidas ha transformado y cómo su legado sigue impactando al mundo. A través de la fundación de Schoenstatt, el P. José Kentenich ofreció a la Iglesia y a la sociedad un carisma nuevo que despierta en personas de todos los continentes un amor más profundo por Cristo, por María y por una vida auténtica de santidad.

En este aniversario, se nos invita a redescubrir la vigencia de su carisma y a percibir cómo sigue inspirando y transformando corazones en todo el mundo.


La importancia de Schoenstatt en mi vida

Soy burundiano, me llamo Fidèle Barinakandi y participo en una parroquia de Mutumba, en la arquidiócesis de Bujumbura. Tengo 59 años y nací en una familia cristiana de ocho hermanos: cuatro varones y cuatro mujeres. Soy el segundo varón y el segundo hijo.

Descubrí Schoenstatt gracias a mi madre cuando tenía cuatro años. Todos los sábados iba con ella a la misa matutina en el santuario de Schoenstatt de Mutumba. A los nueve años, empecé a asistir con regularidad al santuario. Con el tiempo, me convertí en monaguillo y me uní al grupo de la Juventud Masculina de Schoenstatt.

Durante toda mi etapa escolar, fui con frecuencia líder de grupo e incluso miembro del comité nacional de Schoenstatt.

Como casado, quiero decir que mi mujer es un regalo de la Mater en el Santuario de la Confianza. Recuerdo una vez en la que mi hijo cometió un error en familia. Al querer castigarlo, lo busqué por toda la casa. Finalmente, lo encontré arrodillado en nuestro santuario hogar. Eso me conmovió profundamente.

En resumen, Schoenstatt ha desempeñado y sigue desempeñando un papel importante en lo que soy hoy y en todo lo que tengo.


La Alianza de Amor es una misión para este tiempo

Me llamo Jane Toutounji y, junto con mi esposo y nuestros cinco hijos, formo parte de la Familia de Schoenstatt en Sídney (Australia) desde hace diez años. Schoenstatt es importante para mí porque me anima a profundizar en el conocimiento de mí misma y a formarme conscientemente como la persona que Dios quiere que sea. A través de mi Alianza de Amor, experimento una colaboración diaria con María: me acompaña, me educa y me acerca a Cristo en los momentos cotidianos de la vida. Schoenstatt me ofrece formas concretas para esforzarme cada día por alcanzar la santidad, no sola, sino en comunidad, especialmente con mi familia, mientras avanzamos juntos hacia nuestra misión y la llamada de Dios para nosotros.


El Padre Kentenich en mi vida

Soy la Dra. Rina Daline T., de Bangalore (India). El santuario de Schoenstatt se ha convertido en un lugar querido y reconfortante para mí, sobre todo por la presencia de la Virgen María y del Padre Kentenich. Mi conexión con este lugar se profundizó significativamente después de conocer al fundador de Schoenstatt y su inquebrantable confianza en la Virgen María, lo que me inspiró a comenzar a rezarle.

Cada vez que visito el santuario, después de rezar a la Mater, me dirijo invariablemente a la estatua del Padre Kentenich, y abrazo sus brazos abiertos y acogedores. En esos momentos, le confío tanto mis alegrías como los desafíos a los que me enfrento en la vida. Tras estas sinceras conversaciones, experimento una profunda sensación de paz, confiando en que el Padre Kentenich intercederá por mí ante la Madre de Dios y que todo irá bien. Se ha convertido en un amigo de confianza y un confidente bondadoso con quien puedo compartir todo, junto a la Madre María.

Gracias a la intercesión del Padre José Kentenich, he recibido muchas gracias en mi vida. En enero de 2023, experimenté lo que considero la primera de sus gracias. Mi boda se había pospuesto repetidamente por diversas razones y, además, una propuesta de matrimonio fracasó en el último momento. Estaba devastada y no sabía qué pensar sobre mi futuro matrimonial. Entonces descubrí una novena titulada “Audaz en el riesgo”, con reflexiones del Padre Kentenich, y comencé a rezarla fielmente. Para mi sorpresa, conocí al que sería mi compañero de vida incluso antes de que terminara la novena. Esta profunda bendición, recibida gracias a su incansable intercesión, forjó un vínculo aún más fuerte entre nosotros.

Me complace compartir otra experiencia notable. Como estudiante de doctorado, tengo la obligación de publicar dos artículos en una revista indexada en SCOPUS. En los últimos dos años y medio, me enfrenté a desafíos significativos para publicar incluso un solo artículo en estas revistas. Sin embargo, gracias a la intercesión del Padre Kentenich, en 2024 logré publicar seis artículos, todos ellos indexados actualmente en Scopus.

Empecé a compartir estas experiencias especiales con mis amigos y familiares. Creo firmemente que, gracias al Padre Kentenich, muchas personas han podido acercarse más a María. Él también nos inspira a cultivar la abnegación y a rezar por los demás.


¡Feliz cumpleaños, Padre!

En este día de fiesta, damos gracias a Dios por la vida y el legado de nuestro fundador. Como Familia de Schoenstatt, podemos hacerle un regalo especial: rezar por su proceso de beatificación. ¡Feliz cumpleaños, Padre!

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