Excoordinadores continentales: “Tenemos que oír siempre a la juventud!”

Enrique Soros

El P. José Luis Correa, chileno viviendo en San José, Costa Rica, y la Hna. María Auxiliadora Bohórquez, ecuatoriana, residiendo en Guayaquil, fueron en los últimos años los coordinadores continentales del Movimiento de Schoenstatt en América. Participaron del Congreso internacional de Schoenstatt de Pentecostés, en junio 2022, y tienen una visión amplia del Movimiento en América y más allá.

Acaba de correr el término de su servicio con esta responsabilidad, que por decisión de la Presidencia General de Schoenstatt está desde junio a cargo de la Hna. M. Kathia Martínez, de Paraguay, quien reside en Asunción, y del P. Felipe Ríos, de Chile, quien vive en Guayaquil.

Hemos entrevistado a la Hna. María Auxiliadora y al P. José Luis, para conocer su visión y perspectivas sobre el Movimiento de Schoenstatt en América.

Luego de ocho años de la creación de una Coordinación Continental ¿cómo analiza esta experiencia para la Familia de Schoenstatt en América?

PJL: Creo que ha sido un caso preclaro, ya que se trata de algo nacido a partir del jubileo del 2014 y del Primer Congreso de Pentecostés del 2015, en un proceso de reflexión y consulta, estudio y diálogo internacional que se venía gestando anteriormente.
Además, porque es hasta ahora el único continente que tiene formalmente una Coordinación del Movimiento. Ha sido una experiencia de conocer, valorar, aprender de la realidad muy diferenciada del Movimiento en el continente, así como aportar a la integración de todos los países donde está presente.

¿Qué importancia cree que tuvo el Congreso de Pentecostés para Schoenstatt en América?

HMA: La Coordinación Internacional nos abrió las puertas para aportar, lo que agradecemos. América tuvo muchos y buenos representantes. Además, la voz del congreso animó nuestro congreso de Familias, el CIOF (Paraguay, mayo 2023) . Confío que inspirará al congreso de empresarios de noviembre 2023, el CIEES. El desafío “Ustedes son mi carta” resuena en ramas y comunidades como un nuevo estar en salida.

¿Y para Schoenstatt internacionalmente?

HMA: Me parece que experimentamos ser un solo corazón… o estar en camino a ello. En medio del fragor con la causa Kentenich, la Familia lo enfrentó. Y se sintió serena y segura en el carisma y persona de nuestro Fundador. Se anheló llegar a una mirada más amplia y a que la Alianza alcance a todos. También asumimos nuestros límites y la necesidad de apoyar más a la juventud. Y de llevar nuestra misión a Asia, África, Australia.

¿Qué significa sinodalidad para Schoenstatt desde el pensamiento de nuestro Padre Fundador?

PJL: Lo veo muy relacionado con lo que en Schoenstatt llamamos e intentamos practicar, que es la federatividad, con ese caminar juntos, dialogar etc., en la línea de lo que expresa el Papa Francisco en la Amoris Laetitia, y otros de sus documentos fundamentales.

¿Qué puntos cruciales ve usted en la sociedad y en la Iglesia del continente, donde Schoenstatt debería tener mayor presencia?

HMA: Me parece que debemos lograr una presencia más fluida en las parroquias y servir más en las pastorales. Nos falta influir más en la vida civil y política, por desafiante que sea. Y hemos de alcanzar más y mejor a las personas y grupos vulnerables.

¿Dónde ve que el Movimiento toca mejor la base del pueblo en América? ¿En qué hechos, circunstancias?

PJL: Me atrevería a decir que la Campaña de la Virgen Peregrina es una forma concreta y fecunda de tocar ‘la base del pueblo’ en el continente. Lo mismo la corriente de los Madrugadores. Incluyo en esto también la enorme cantidad de obras sociales que tiene Schoenstatt en el continente, por ejemplo María Ayuda, Dequeni, etc. En similar línea creo que los aportes a la educación a través de la red de colegios de Schoenstatt, en los que se intenta aplicar la pedagogía kentenijiana es muy valiosa e importante.

El CIEES y la Red de Schoenstattianos en servicio público también hace valiosas aportaciones para los cambios que deben darse en la sociedad en el sentido de la misión de renovación y transformación del mundo.

¿Ve en el Schoenstatt en América un espíritu profético, de traducir la pedagogía del P. Kentenich a las exigencias de la época?

HMA: Creo que estamos en este camino. Esto se percibe en el florecimiento de Schoenstatt. La vida brota fresca y pujante en varios países, enfrentando – no sin luchas – las corrientes adversas. Hay un esfuerzo por penetrar con audacia en la educación, la empresa, en el orden social. Por llegar a las familias, también a las no unidas por el sacramento. ¡Igual nos falta mucho por “traducir” al lenguaje de hoy!

¿Cuál es la relación de la Iglesia, de los obispos, con Schoenstatt, en general?

PJL: Creo que, en general, el Movimiento es bastante conocido y valorado por el episcopado americano. Muchos obispos saben que cuentan con Schoenstatt en varias áreas pastorales, en particular en la pastoral familiar. Aprecian los aportes que se hace en la formación inicial y permanente del clero, así como el rol de los Santuarios como centros de espiritualidad y envío apostólico.

¿Qué opina usted sobre el aporte de la juventud en el Congreso de Pentecostés, en junio 2022, con los líderes internacionales de Schoenstatt?

HMA: Los jóvenes se hicieron oír, su aporte fue muy valioso. Creo que mostraron lo mucho que pueden. Nos hicieron ver que necesitan más de nosotros. Su voz debe seguir siendo potente. Hemos de abrirles más puertas en cada Familia local, que estén activos y presentes. Darles un rol en nuestros encuentros: que estos no sean solo “para adultos” sino también respuesta para ellos. Oírlos más, oírlos siempre.

¿Cómo se desarrolló el trabajo en equipo con la Coordinación Internacional?

PJL: Con jornadas presenciales anuales y con el apoyo de un matrimonio, los Marini (Paraguay) primero y los Gutiérrez Rosabal (Costa Rica) luego. También con reuniones virtuales y con incorporación de los Directores / Asesores Nacionales del Movimiento y las Hermanas de María responsables de las Hermanas asesoras de cada país (la Dinámica).

Muy valioso fue también el trabajo en contacto permanente con la Coordinación Internacional, sobre todo en la preparación y conducción del Congreso de Pentecostés del 2022, por lo que estoy profundamente agradecido.

¿Cómo percibe el interés de Directores Nacionales, en las Presidencias Nacionales y en las Centrales de Asesores en trabajar como equipo?

PJL: A nivel de las Direcciones Nacionales y de las Centrales Nacionales de Asesores percibo un gran interés y necesidad en trabajar en equipo, de generar espacios para mayor intercambio de experiencias, materiales, etc., así como poder abordar temas comunes en la mayoría o totalidad de los países.

¿Qué mensaje les regalaría a la Hna. Kathia Martínez y al P. Felipe Ríos Correa, quienes recientemente fueron nombrados los nuevos Coordinadores Continentales en América?

HMA: ¡Gracias por seguir con esta gran tarea! Sigan ayudando a que el tesoro de la Alianza de Amor llegue a todos los confines. Verán fluir su misión con la ayuda divina y en equipo. Ya tenemos una red entre nosotros, con matrimonios, asesores de las juventudes, y otros. ¡Es clave!
Les deseamos que tengan un aporte joven en la Coordinación, para enfrentar con ellos el desafío impostergable de las vocaciones y de la juventud. Y para seguir apoyando a cada país en lo que necesita. Ustedes son ahora nuestra carta. ¡Los acompañamos!

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