¡Seremos el fuego vivo! Así resonó el compromiso de los jóvenes en esta tercera mañana de Congreso Pentecostés. El apelo de los chicos al movimiento fue audaz: “Queremos escucharlos con humildad, así como ser escuchados”. Propusieron un presente más sinodal y pidieron servir más a la familia de Schoenstatt y con ella. Además, compartieron con libertad sus puntos de vista sobre las necesidades y desafíos del movimiento.

Los schoenstattianos más jóvenes dentro del Congreso, agradecieron el testimonio de los mayores y pidieron apoyo: “Queremos una familia más consciente y responsable. Es importante tener una transición orgánica entre las ramas para evitar que se pierdan los que, terminan su camino con la juventud y eventualmente no encuentran una nueva comunidad en la que insertarse.”

Pedro Weizenmann, Brasilien/Rom

El P. Félix Geyer, organizador del evento, calificó como “muy constructivas” las propuestas de la juventud. Por su parte el P. Alexandre Awi Mello comenzó su ponencia visiblemente emocionado: “Nuestra juventud nos da ejemplo de madurez -afirmó- tratan temas muy profundos de modo muy sencillo. Los jóvenes son el presente y el futuro de nuestra familia, estamos en buenas manos.” (aplausos)

El P. Awi introdujo su tema recordando el objetivo del Congreso. Estamos aquí para “elaborar una respuesta común sobre cómo Dios está conduciendo hoy a Schoenstatt en la Iglesia universal y en la sociedad actual. Tenemos el anhelo de decir en forma renovada: éste es el mensaje de Schoenstatt para la Iglesia y la sociedad actual.” El objetivo es ambicioso, pero muy necesario.

“Somos muy buenos para analizar, pero débiles en la identificación e implementación de las respuestas concretas a la realidad identificada, aseveró Awi Mello. “Lo más importante es encontrar caminos para responder a las voces del tiempo”. El punto de partida de estos caminos lo ubicó el ponente en la identidad. “Partimos de lo que somos, de aquello que el Espíritu Santo nos regaló como don, es decir, a partir de nuestro carisma.”

De esta manerta llegó el P. Alexandre al núcleo de su tema. Más que recetas, el conferencista nos desafió con preguntas: “Ante las necesidades de la Iglesia y la sociedad actual, ¿cómo Schoenstatt puede contribuir? ¿En qué podemos ayudar como Iglesia el mundo de hoy? Pero, además, ¿qué es lo que podemos aprender en la Iglesia y el mundo actual?”

El ponente volvió sobre sus cuestionamientos e insistió: “no dije “ayudar a la Iglesia”, sino “ayudar como Iglesia” y “aprender en la Iglesia”. Toda realidad carismática tiene la tentación de verse “en paralelo” a la Iglesia… En cambio, somos Iglesia, somos una porción del Pueblo de Dios, que ha recibido – en la Iglesia y desde la Iglesia – un carisma propio. Y todo carisma es para el servicio, para la edificación del todo: de la Iglesia y de la sociedad. Sin la Iglesia no existimos y solo en ella tenemos “derecho de existencia.”

A continuación, Awi nos previno sobre “la tentación de la “megalomanía”, de creernos los mejores, como si “ya tuviéramos todas las respuestas”; por otro lado,advirtió sobre la “autorreferencialidad”, que el Papa ha condenado tantas veces cuando habla a los movimientos.”

En sus palabras, el conferencista nos alertó además sobre “la tentación opuesta, quizás motivada por los acontecimientos recientes: la tentación del “complejo de inferioridad”, como si ya no tuviéramos nada que decir, como si tuviéramos que pedir perdón por existir y pedir permiso para hablar… Tenemos un mensaje carismático y profético para el mundo de hoy. La Iglesia como un todo, de la que hacemos parte esencialmente, necesita del carisma de Schoenstatt, afirmó.

Por último el P. Alexandre, quien también es el Secretario para el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en la Santa Sede, presentó 10 desafíos que como Iglesia y familia de Schonstatt debemos enfrentar. En su ponencia, Awi Mello mostró cómo, desde el carisma de Schoenstatt, dentro de las enseñanzas y necesidades de la Iglesia, tenemos una misión que nos apremia.

Los 10 desafíos los puedes consultar clicando aquí Qué nos enseña y necesita

Para concluir su presentación el P. Alexandre se refirió al Fundador de la obra de Schoenstatt: “El Padre Kentenich decía que Schoenstatt había nacido para el “pasado mañana” de la historia, que seríamos parte de la “Iglesia de las nuevas playas”. Tenemos motivos suficientes para pensar que ya estamos en el futuro y la visión profética del Padre debe cumplirse hoy. Somos el futuro… No podemos esperar más. Despertemos y despertémonos mutuamente. Schoenstatt es para este tiempo.”