Continuamente llegan personas de todo el mundo a nuestro Santuario Victoria Patris de Berlín. Quisimos agradecer de corazón este regalo tan especial celebrando un Día Internacional de Encuentro. Se trata del primero que organizamos. La invitación decía: «Queremos celebrar juntos la Eucaristía, aprender unos de otros, conocernos, celebrar unos con otros y darle un lugar especial a la Virgen Peregrina».
Más de 100 invitados de todas partes de Berlín y de la diócesis vecina de Görlitz aceptaron esta invitación para el 3 de junio.
El clima fue excelente. Las numerosas culturas, con sus propios carismas, costumbres, cantos e idiomas, dieron a esta celebración un toque internacional especial.
Estuvieron representados 14 países: Australia, Alemania, Camerún, Colombia, Cuba, Nicaragua, Paraguay, Perú, Filipinas, Polonia, Eslovenia, Taiwán, República Checa y Vietnam. Tras dar la bienvenida a los países con sus banderas nacionales, se celebró una misa festiva. También junto al altar hubo un ambiente internacional con el Padre Weizenmann, sacerdote del Sagrado Corazón, Berlín Prenzlauer Berg, nacido en Brasil – su familia es muy activa en Attiba/ Brasil, y el Padre Ha Do de la Misión Vietnamita.
Las lecturas, el Evangelio y las intenciones fueron internacionales, al igual que los cantos en distintos idiomas. Un pequeño coro vietnamita contribuyó con algunas canciones. La alternancia de los animados y rítmicos cantos españoles, la especial melodía de los cantos vietnamitas y los cantos en inglés y alemán nos permitió sumergirnos en la colorida diversidad. Una experiencia especial fue cuando cada uno rezó el «Padre Nuestro» en su propio idioma.
En procesión con la gran imagen de la Virgen Peregrina de la misión polaca, las numerosas imágenes peregrinas y las banderas nacionales, nos dirigimos al santuario. Allí, un grupo de danza infantil y juvenil vietnamita interpretó una danza de alabanza en honor de la Virgen. Como broche final, depositaron pequeños ramos de rosas a los pies de la Virgen. Todos quedaron profundamente conmovidos por la gracia con la que los niños y jóvenes expresaron su amor a la Virgen.
Después del baile, se bendijeron las imágenes peregrinas y se las envió de nuevo para que conduzcan a muchas personas a Dios a través de María, especialmente aquí – en la diáspora – y así regalen milagros de cobijamiento, transformación interior y envío apostólico.
Tras la bendición final, se ofreció un buffet internacional. Muchos habían traído comida típica de su país y así hubo un encuentro con buenos diálogos conversaciones internacionales.
Por la tarde, tras una breve introducción, la Hna. M. Alena, que había viajado con la Hna. M. Rita desde Schoenstatt, donde trabajan con la Campaña de la Virgen Peregrina, invitó a todos a compartir sus propias experiencias con la Virgen Peregrina. Los diferentes testimonios y el trabajo de la MTA conmovieron e impresionaron.
Al final, como en el jubileo de la Campaña el pasado en Schoenstatt, muchos escribieron una carta a la Mater, que las Hermanas llevaron consigo al lugar de origen en Schoenstatt. Recordamos con gratitud este maravilloso día de encuentro internacional, en el que se hizo visible y tangible que Schoenstatt es internacional y está en todo el mundo:
Ella es la gran misionera. Ella obrará milagros, también en Berlín.