Necesitamos Pentecostés: La renovación es para hoy

Una marea de schoenstattianos de diversas nacionalidades y lenguas se dan cita en el Santuario Original. Comienzan las jornadas del Congreso de Pentecostés, Schoenstatt 2022. El evento que se abre esta mañana se extenderá hasta el domingo 12. Se respiran alegría y compromiso misionero, diversidad y unidad en el Espíritu. El evento se inaugura con una Eucaristía presidida por el P. Juan Pablo Cattoggio, superior del Instituto de los Padres de Schoenstatt, quien está al frente de la Presidencia General de la Obra de Schoenstatt.

En su homilía el Padre Catoggio recordó que Pentecostés desde los inicios de la Iglesia, es un acontecimiento permanente. De este modo, “el Espíritu que renueva y rejuvenece a la Iglesia, renueva y rejuvenece también a Schoenstatt.” Y añadió: “Necesitamos Pentecostés.”

Más adelante el superior de los Padres de Schoenstatt precisó que la necesidad de un nuevo Pentecostés, se traduce concretamente en la renovación en la santidad, los vínculos y la misión. Tres conceptos que nos inspiraron en el 2014 y que descubrimos como una llamada de los signos de los tiempos.

Las crisis de la Pandemia y las guerras; las llamadas del Papa a la sinodalidad y apertura misionera, así como las crisis de autoridad y confianza en la Iglesia, las entendemos como llamadas de Dios a crecer en la santidad, los vínculos y la misión.

También al reciente cuestionamiento de la integridad del P. Kentenich debemos responder con estas tres dimensiones de nuestro carisma. “Deseamos que la verdad salga a la luz, para lo cual se necesita el trabajo de expertos cualificados y tiempo”. Este trabajo ya ha comenzado. Nosotros con una vida santa, seremos su principal carta de presentación, buscando primero santificar este mundo, luego la canonización del Fundador.

De Pentecostés es el ambiente que envuelve este congreso donde participan cerca de 180 personas representando a 29 países. La sesión vespertina inició con una emotiva bienvenida donde se presentaron todas las delegaciones.

A continuación se presentó la Coordinación Internacional que vela por las coordinaciones continentales respetando las autonomías de las familias en cada lugar. La Coordinación Internacional procura que Schoenstatt se haga presente en cada realidad de la Iglesia. Para ello el Padre Heinrich Walter desde Roma se encarga de establecer vínculos y hacer presente nuestro carisma en los diálogos y eventos eclesiales.

La Hna. Cacilda del Instituto de hermanas de María, responsable de la comunicación en la coordinación internacional subrayó la importancia de la comunicación como instrumento de vínculo entre familia de Schoenstatt en diversos países. La hermana aludió a Schoenstatt.com que publica en 4 idiomas, además hace presencia oficial de la familia en  redes sociales. El servicio de comunicación ha sido muy importante de manera especial con lo relativo a las acusaciones contra el Padre Fundador.


Somos apostólicos y por eso Schoenstatt crece. Fue conmovedor escuchar noticas sobre la familia que nace y crece en lugares que suenan tan lejanos como Nueva Zelanda y Hong Kong, y que un día no lejano tendrán representación en estos congresos.

Se dio entonces el espacio para compartir en grupos lingüísticos sobre las expectativas del Congreso. El trabajo en grupos fue muy enriquecedor, se compartieron muchas ideas. Resonaron de modo particular los deseos de renovación, de actualización, de optar por perseverar en el camino del Padre Fundador y de construir unidad hecha de escucha y sinodalidad.

La última parte del trabajo vespertino estuvo conducido por el Padre Heinrich Walter que nos presentó el congreso como un desafío de comunión en la diversidad de lenguas y culturas, como en el mismo Pentecostés. Se inspiró también en la vida de la primera Iglesia que nos narra el libro de los Hechos de los Apóstoles.

El P. Walter evocó la respuesta de los apóstoles a los desafíos de aquel primer momento, ellos después de discernir enviaron cartas que animaron y alegraron a la Iglesia. Evocó también las “Jornadas de Octubre” que convocara el Padre Kentenich, en las que escuchaba a los schoenstattianos, a las voces del tiempo, al Espíritu y después hablaba. “Hoy estamos nosotros -Señaló el Padre Walter- es importante encontrarnos y poner en común el fuego que trae cada uno, así todo Schoenstatt arderá, impactará nuestro tiempo y será visible. ”

Finalmente el P. Félix Geyer, un jovencísimo padre de Schoenstatt, organizador del evento, explicó, ayudado por la Hna. María Auxiliadora, el camino que ha precedido el congreso. “Fue un camino de escucha a través de encuestas sobre campos de acción, motivación, y los paraqués de este pentecostés. Fue precedido por una reflexión sobre lo que está fuerte, vivo y potente, en cada país porque tal vez sea eso lo que Dios quiera que entreguemos.” Los resultados confluyeron en una especie de congreso pequeño de cada país que condujeron hasta el encuentro actual.

El método del Congreso es la reflexión grupal. Se realiza desde el primer momento, no solo al final: Reflexionar y recoger lo que descubrimos como voces de Dios ya desde ahora. Escucharnos todos significa escuchar al Espíritu presente en cada realidad concreta. Es importante recoger y agrupar los valores e ideas principales en este Pentecostés. Así un equipo va preparando el memorándum, que llegará a cada familia, a cada realidad local. No como indicación que baja de lo alto, sino como inspiración que viene desde abajo, que tiene en cuenta a cada uno y pretende iluminar y estimular la vida y el compromiso de todos.

Luego se dio un rico intercambio de ecos donde abundaron ideas para concretar los frutos de este Congreso. Los jóvenes fueron protagonistas, y sus temáticas de sumo interés para todos. Se presentaron sugerencias sobre la tempestividad del memorándum. Se insistió en la necesidad de que la distribución y accesibilidad se garantizara especialmente a los jóvenes. Se optó por priorizar la reflexión después de cada conferencia sin despreciar ningún aporte por pequeño que parezca.

Luca Rao, de la Federación de Familias en Italia ha compartido sus impresiones: “Una jornada fantástica que ha superado mis expectativas (…) He descubierto que muchos desafíos que pensaba fueran solo nuestros, existen en otros lugares, por lo tanto es una riqueza meditar juntos cómo afrontarlos.” El delegado de la familia romana afirma convencido cuán importante es el rol de las familias en la misión de acercar Schoenstatt a la Iglesia, de que esté al servicio de la Iglesia.

Se cosechó mucho en este primer día de Congreso. El Espíritu se dejó sentir en la sala donde los participantes invocaron al Paráclito, y compartieron con libertad y audacia.

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