Hace unos días, el P. Alexandre fue elegido Superior General del Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt. Según declaró al sitio web del Vaticano, esto le sorprendió, ya que él no estaba participando en el Capítulo General y estaba trabajaba normalmente en la secretaría del Dicasterio. Después de ser consultado, habló con el Papa Francisco quien le dio toda la libertad para decidir. Dio su sí, e inmediatamente viajó a Schoenstatt en Alemania para participar en este momento tan decisivo para su comunidad.
A pesar de la sobrecarga de trabajo, el P. Alexandre accedió a dar una breve entrevista al respecto y a dejar un mensaje para nuestra Familia de Schoenstatt:
Padre Alexandre, ¿Cómo ve usted esta elección como Superior General de su Instituto?
Afronto esta elección de mis hermanos con humildad y confianza. Estoy encantado de llevar a cabo esta tarea acompañado por un Consejo General, que podrá complementarme en algunas áreas que habitualmente no me siento capaz de hacer.
El trabajo de una Dirección General se realiza de forma sinodal, es decir, colegiada. Nosotros, el Consejo General, somos la expresión de una comunidad. Esto es lo que espero que ocurra también con la tarea que he recibido con este nombramiento.
Con ello, asume usted también la dirección de la Presidencia General de la Obra Internacional de Schoenstatt. ¿Cómo piensa actuar en este papel?
Sí, con este nombramiento asumo también esta dirección. Creo que mi función es coordinar y ser un factor de unidad y comunión. Deseo que allí también todo sea en el mismo espíritu de unidad y comunión que experimenté durante mi trabajo con la Familia de Schoenstatt en Brasil. Esto sucederá, sin duda, porque este espíritu ya existe en la Presidencia Internacional.
¿Cómo contribuye su trabajo en el Dicasterio en la ejecución de esta nueva misión?
La tarea en el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, sin duda, me ha enriquecido con la visión de una Iglesia universal y también con la percepción de la riqueza de otros Movimientos. Pude aprender que siempre nos podemos dejar complementar y enriquecer por lo que el Espíritu Santo está dando a la Iglesia en general. Me di cuenta aún más de la necesidad de trabajar juntos con otros Movimientos y poner nuestra riqueza a disposición de otros carismas y de la estructura de la Iglesia.
¿Cuáles son las perspectivas de los Padres de Schoenstatt después del Capítulo General?
Durante estos días del Capítulo estamos creando nuevas perspectivas como Padres de Schoenstatt. Esperamos que después del Capítulo, cuando tengamos más claridad sobre ésto, podamos comunicar lo que es propio de la Familia de Schoenstatt.
En su mensaje, inmediatamente después de su elección, dice que mira «al futuro con alegría y esperanza». ¿En qué se fundamenta esto en estos tiempos difíciles?
No me cabe duda de que debemos mirar al futuro con alegría y esperanza, porque nuestro Dios es un Dios de vida, alegría y esperanza. Tenemos la gracia de que Él nos llama a seguirle y servirle.
Creo que los tiempos difíciles que vivimos son tiempos de crecimiento. En algunos aspectos son también tiempos de purificación. Pero, sobre todo, es un momento de gran esperanza, pues sabemos que la victoria es siempre de Dios y de la Madre de Dios.
Un mensaje para la Familia de Schoenstatt Internacional:
A la Familia de Schoenstatt le diría que seguimos firmes en el Espíritu del Congreso de Pentecostés, somos la carta que necesita nuestro Fundador para que podamos marcar a la Iglesia y a la sociedad de hoy con su carisma, una carta que no es perfecta, pero que debe ser escrita con mucho amor como dice la carta del Congreso de Pentecostés: “arraigados en nuestro carisma avanzamos hacia un futuro lleno de esperanza.”
Esto es lo que mueve a la Familia de Schoenstatt hoy, tenemos un carisma pedagógico con mucha fuerza profética para transmitir al mundo de hoy y queremos hacerlo con mucha apertura, en el espíritu de comunión con toda la Iglesia, con los demás Movimientos, dejándonos complementar, aprendiendo de los demás y dando humildemente nuestro aporte en este espíritu sinodal que vive la Iglesia universal. Con mucha confianza, valentía, creatividad y llenos de esperanza, con mucha conciencia de nuestro carisma y por lo tanto enraizados en lo que es nuestra historia, el carisma de la Alianza de Amor, la cultura de la Alianza y por otro lado con mucha esperanza de que el futuro de la Iglesia, de Schoenstatt de alguna manera también está en nuestras manos con la gracia de Dios que imploramos en el Santuario.
Le agradecemos que haya dedicado su limitado tiempo, debido al Capítulo General de su Instituto, a responder a estas preguntas. Le deseamos que la Madre de Dios le pague con muchas gracias y bendiciones todo lo que hará en su nueva misión. Cuente con las oraciones de muchos schoenstattianos de todo el mundo.
Fuente: Schoenstatt Brasil