Ecuador lanza un libro sobre la historia de Schoenstatt en sus tierras

Hna. Maria Auxiliadora B. y Anita Loor de Dahik

El día 18 de octubre, en el marco del año jubilar por los 50 años de nuestro Santuario Nacional, la Familia de Schoenstatt en Ecuador celebró un día de Alianza muy especial. Le regaló a la Mater la historia del Movimiento en Ecuador, en la tierra cálida de alianza.

El libro “Raíz de barro y sangre nueva” es un título que evoca el espíritu que compartían aquellos que iniciaron esta gran aventura. Desde los orígenes está latente la actitud de pequeñez coherente con el simbolismo del barro. Esta percepción de la pequeñez de los instrumentos justamente coincide con el pensamiento del fundador de Schoenstatt, Padre José Kentenich cuando escribió en su carta dirigida a la Familia:

“Sin duda alguna Schoenstatt en Ecuador no se dará sin las leyes del reino: Pequeñez de los instrumentos, magnitud de las dificultades y magnitud del éxito”.

Schoenstatt llegó al Ecuador gracias al sí de corazones sencillos. La expresión “sangre nueva” invita a retomar los orígenes para encender la vida, renovada, en una época que llama al heroísmo. Quienes se encuentran inmersos en la espiritualidad schoenstattiana saben que a mayor dificultad, sacan a flote la mayor herencia, la disponibilidad para aceptar las adversidades.


Sacar a la luz la vida que aportaron los protagonistas que se enamoraron del proyecto de fundación

“Raíz de barro y sangre nueva” fue escrito por la Hna. Virginia Álvarez, Inés Gonzenbach de Vernaza y Anita Loor de Dahik, que admirablemente con su tesón, entusiasmo y amor han plasmado este valioso libro que consigna ricas huellas de la nuestra historia de Schoenstatt en el Ecuador. El libro fue terminado en medio de la pandemia y por eso tiene la marca o sello de nuestro fundador de no detenerse y proyectar esperanza.

No se trata de una cronología o secuencia de hechos que acontecen en el tiempo. Pretende, más bien, sacar a la luz toda la vida que aportaron los protagonistas que se enamoraron del proyecto de fundación. La intención de las autoras es justamente contagiar con esas vivencias a los herederos. Para lograrlo, trataron de inundar las páginas de testimonios que evoquen esa pasión por la misión.

Anita Loor Especial atención mereció el sacerdote español diocesano, P. Juan Fernández, quien acompañó a los primeros. Se entusiasmó con el mundo de Schoenstatt a través de uno de sus alumnos que había estado en Chile, quien le dijo al Padre Fernández que era un idealista: “Lo que Ud. nos ha hablado, de un mundo mejor, no es nada a lado de Schoenstatt”. Esto fue suficiente para que el Padre quisiera conocer directamente esa tierra bendita donde los corazones nobles aspiran el cielo.

Estas páginas traen al hoy aquella palabra que el Padre Fundador mencionara: “Qué será de Schoenstatt, si estas generaciones futuras no se ven tomadas y penetradas por el mismo espíritu que ustedes? ¿No tendría que ser una ley invariable de la Familia, para todos los tiempos, que cada generación haya de conquistar de nuevo a Schoenstatt?”

¿Verán nuestros descendientes iluminarse nuestra mirada? ¿Verán fuego en nuestras palabras?

La presentación del acto estuvo a cargo del Ab. Christian Castelblanco. Posteriormente hubo un momento musical de ambientación con un cuarteto de cuerdas bajo la dirección y el solo de violín del Maestro Ecuador Pillajo. La presentación del libro estuvo a cargo de la Hna. María Auxiliadora Bohórquez. Luego tuvieron lugar palabras de la Hna. M. Virginia Álvarez y de Anita Loor de Dahik. También se compartió un video grabado por el P. Eduardo Auza, desde Quito.

A continuación tuvo lugar la celebración de la Santa Misa de Alianza con alrededor 500 personas, en la explanada delante del Santuario.

Las palabras del P. Juan Fernández dirigidas a las primeras muchachas que hicieron su alianza, marca hoy el camino de muchos schoenstattianos:

“El tiempo es una dura prueba. El tiempo será también nuestra prueba ¿Tendremos la mirada clara como ahora, el amor intenso, profundo, la entrega, la fidelidad después de que hayan pasado veinte, treinta, cuarenta años? ¿Verán nuestros descendientes iluminarse nuestra mirada? ¿Verán fuego en nuestras palabras? ¿Verán obsesión en nuestra vida cuando hablemos de Schoenstatt? Pidamos esta noche a la Virgen, aquí en su capillita, en nuestro hogar, esta tenacidad del jefe, que supera las dificultades, que supera el tiempo”

Puede ver el video en el siguiente link:

https://www.youtube.com/watch?v=GLPPozc0DsM&list=PL3SaRxpaA88BOgBI0KKziGLlSqufyVAa5&index=1

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