Ecuador de fiesta por su neosacerdote: El P. Luis Polit, una vida de Alianza

P. Eduardo Auza

Viviendo el ideal de Ecuador: Familia del Padre consagrada en la patena

Han pasado 9 años desde la última ordenación sacerdotal. La consagración de Luis Polit es por eso, un signo de esperanza y de renovación de esta Familia, y también, un signo de la fidelidad de la Mater a su Alianza de Amor y al ideal entregado en custodia a la familia ecuatoriana: Familia del Padre consagrada en la patena.

La patena está asociada al sacerdocio. Solo puede ser consagrado lo que se ofrece en la patena. Cuando hay ofrecimiento, hay magnanimidad. Cuando hay consagración, hay santidad; hay amor que Dios derrama sobre aquellos que ama y elige para sí. Cuando hay consagración, hay instrumentos dispuestos para el envío y la misión.

Una historia de alianza

El P. Luis ha tenido una linda historia de amor con la Mater desde que era niño. Ha pertenecido prácticamente durante toda su vida a la Juventud Masculina. Ya a los siete años participó de los Cruzados de Schoenstatt, luego de los Pioneros, y luego de los Universitarios. Fue gestor de varios apostolados, como las misiones universitarias; fue jefe y dirigente. En toda esta trayectoria sintió el maternal cuidado y amor de la Virgen María que lo vinculó a su Santuario y lo fue educando en el seguimiento a su Hijo. Este profundo amor misericordioso que siempre experimentó, lo hizo sentirse predilecto de Dios, y esa predilección se convirtió en gratitud. Un corazón que ha experimentado ser amado, y al mismo tiempo ha amado, siempre será agradecido.

El sacerdocio del P. Luis Polit es la consecuencia de un corazón que vivenció en el Santuario y desde el Santuario la belleza de un amor grande. Su consagración es simplemente una respuesta de gratitud a Dios. Así como él ha sido amado y bendecido, así también él quiere amar y bendecir a todos los que Dios ponga en su camino. He aquí el motivo para hablar de una gran esperanza.

Cristo, alimento y sustento para todos, es su ideal

«Tomen y coman todos de Él» ha sido el lema que eligió para su ordenación sacerdotal. La labor pastoral del neosacerdote quiere ser eso: en Cristo, alimento y sustento para todos. Es una gran alegría poder vivir de esta manera el seguimiento a Jesús. Es una bendición entender la Alianza de Amor de esta manera.

La Alianza ha impregnado toda la vida del P. Luis. Esa atmósfera se notó durante la celebración del Sacramento del Orden que se vivió en la Catedral. En un ambiente de familia y de profunda alegría y de densidad espiritual, todos fuimos abrazados por Dios, sostenidos en su amor.

En tiempos difíciles para la Iglesia y la sociedad ecuatoriana, nos hace bien cultivar el sentido de alianza, nos hace bien sentir el bálsamo de la misericordia de Dios, nos hace bien tener certeza de su presencia.

Agradecimiento y ofrenda

Gracias a todos los que en el camino de vida del P. Luis han sido sembradores de la Alianza y del Evangelio en su corazón, especialmente su madre, Mirella de Polit, integrante del círculo de Sión, que reza por vocaciones y por los Padres de Schoenstatt, y también es parte de la Liga de Madres. Su ejemplo, junto con el de su padre, don Ricardo Polit, ya en el cielo, fueron determinantes para el aprendizaje a descubrir el llamado de Dios.

A nosotros solo nos queda agradecer, y como el P. Luis, también ser fieles al llamado, a ofrecerle todo y consagrarnos al servicio del amor y de la vida; es lo que se espera de un hijo de la Familia del Padre consagrada en la Patena.¡Fidelidad por Fidelidad!

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