Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Schoenstatt
Movimiento Apostólico

Conoce a los nuevos Superiores Generales del Instituto de Familias

Karen Bueno / Vanessa Franke

El Instituto de Familias de Schoenstatt ha concluido recientemente su IX Capítulo General, en el que ha elegido a la nueva dirección internacional de la comunidad. Los elegidos como Superiores Generales son Cristina y Rafael Muñoz, de Barcelona, España.

El matrimonio Muñoz asumirá esta nueva misión durante los próximos seis años. Suceden a los argentinos José y Patricia Köstner, que han sido superiores generales durante los últimos seis años. Entre sus tareas, además de ser los superiores internacionales del Instituto, está la de representar a la comunidad ante la Presidencia Internacional de Schoenstatt.

En una entrevista, el matrimonio se presenta y nos cuenta más detalles:

¿Cristina y Rafael, pueden presentarse?

Somos Cristina y Rafael Muñoz, de Barcelona, España. Tenemos 5 hijos, entre ellos trillizos, ya viviendo todos autónomamente fuera de casa. Las dos mayores son Religiosas de la Congregación Pureza de María. Cristina es médico y Rafael empresario. Conocimos Schoenstatt a los 14 años, cuando empezaba a fundarse Schoenstatt en Barcelona. Durante nuestro noviazgo tuvimos el anhelo de pertenecer al Instituto de Familias, su carisma nos apasionaba a pesar de desconocer muchas cosas. Teníamos claro que de alguna manera queríamos evangelizar y para nosotros evangelizar era y es anunciar al mundo el sentido de todo lo que somos, vivimos y hacemos.

¿Qué es el Instituto de Familias de Schoenstatt en la vida de la Iglesia? ¿Qué lo hace una comunidad única y original?

Nuestro padre fundador conoció en el campo de concentración de Dachau, en 1942, a pastores evangélicos de la escuela de Bodelschwing. Ahí constató la fuerza que irradiaba de las familias de los pastores protestantes para sus comunidades. A menudo servían de modelo y eran el núcleo animador de las comunidades. En este encuentro nuestro fundador vio una llamada de Dios y llegó al convencimiento de que la Iglesia católica también necesitaba este tipo de familias. Como respuesta a esta llamada de Dios, fundó nuestra comunidad para que, con el tiempo, llegara a ser también el núcleo animador de todo el movimiento de familias. Estaba ante una comunidad que asumiría como tarea el asegurar el ideal católico del matrimonio y la familia y vivirlo ejemplarmente en cada época.

Somos una comunidad de matrimonios con vínculo jurídico que aspiramos a vivir en el espíritu de los consejos evangélicos en el seguimiento a Cristo. La Alianza de Amor original con María es una fuente importante de vida para el día a día. La comunidad, el diálogo matrimonial permanente y las formas concretas nos ayudan a vivir nuestra misión con convicción todos los días.

¿Cuáles son los grandes desafíos y oportunidades que ven en la vida de la comunidad hoy?

Cada grupo en la Iglesia participa en la misión del mundo y de la Iglesia de una forma particular. El Espíritu Santo actúa de una manera admirable. Por eso, es de radical importancia que nuestro Instituto descubra hacia dónde nos conduce el Espíritu para poder ser auténticos instrumentos para la misión.

Estamos seguros de que, si tenemos conciencia de intuir la misión del espíritu, comprenderemos que la misión carismática de nuestro Instituto no debe responder a la visión particular de un superior, sino al serio discernimiento de lo que el Espíritu quiere y hacia dónde nos conduce este Espíritu. Por eso, la misión se descubre en la contemplación de nuestro mundo, de la realidad y en la escucha. Como decía nuestro padre fundador, debemos de tener “la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios”. Para ello necesitamos una gran capacidad de discernir las cosas de Dios. Solo escuchando la Palabra y contextualizando se llega a este discernimiento.

Otro gran reto es cohesionar la internacionalidad; estamos presentes en 19 países con diferentes culturas y lenguas con todos los desafíos que eso conlleva. Hemos de pensar globalmente para actuar localmente. Y también diríamos que tanto como schoenstattianos y miembros del Instituto no debemos perder el sentido para el que hemos sido fundados. Cuando nos alejamos de la raíz, el árbol se seca.

Como líderes internacionales, ¿qué esperan ser y lograr entre las familias del Instituto?

A nosotros, en primera instancia, nos gustaría ser una presencia orante, escuchar a nuestros hermanos de la comunidad. Dar respuestas a las necesidades de nuestro tiempo. Poder adquirir esa sensibilidad para reconocer la voz de Dios en cualquier circunstancia de la vida tal como lo hacía nuestro padre fundador. Para ser fieles a nuestra vocación de matrimonios consagrados debemos recordar al mundo que Dios no se olvida de sus criaturas y cantar cada día su Magníficat. Hemos de buscar entre todos las oportunidades y los tesoros espirituales que están bajo los escombros de un pasado exitoso y glorioso. El pasado, pasado es con todo lo bueno y lo malo. Hemos de trabajar para construir este presente y proyectarlo al futuro. Siempre nos ha gustado la frase de Chesterton: “la tradición es la transmisión del fuego no la adoración de las cenizas”.

¿Hay mensajes centrales y corrientes de vida que se lleven de este capítulo? ¿Cuáles son? 

Creemos que todas las familias capitulares, de una forma u otra, han salido con la convicción de volverse a ilusionar por la misión. Todo lo vivido en el Capítulo, los vínculos entre hermanos de la Comunidad, el estar en Schoenstatt, … nos ha supuesto un revitalizar nuestra fe. Estamos convencidos de que, aunque no seamos todo lo que nos gustaría ser, si nuestros corazones arden con amor como el de nuestro fundador y sus congregantes héroes, con María podemos extender ese fuego a donde se nos envíe. Hemos de mostrarles a la sociedad que estamos enamorados de nuestros cónyuges y que la vida de matrimonio y la familia sí vale la pena vivirla en plenitud.

Se invita a la Familia de Schoenstatt a rezar por Rafael y Cristina ante su amplia misión, ofreciendo contribuciones al Capital de Gracias – haga clic aquí para enviar sus ofrendas.

Página web internacional del Instituto de Familias: if-schoenstatt.org/es

Compartir

con sus seres queridos

Artículos relacionados que pueden interesarle