Una celebración de aniversario en Gymnich

Hna. Antje-Maria Wunderwald

El 16 de noviembre de 2025, los schoenstattianos de todo el mundo celebraron el 140.º aniversario del nacimiento de su fundador, el P. José Kentenich. En esta fecha tan señalada, muchas personas realizan una peregrinación espiritual a Gymnich, el lugar donde nació en Alemania. Por eso, es de justicia que este aniversario «redondo» se celebre allí de manera festiva y en comunión familiar.

Este domingo por la mañana, además de los feligreses de la parroquia local, se reunieron allí miembros de la Familia de Schoenstatt de los alrededores y de otras regiones para asistir a la misa festiva en la parroquia de San Cuniberto. También estaba presente un grupo de brasileños que había llegado en autobús. Fue una alegría recibir al arzobispo de Cambrai (Francia), monseñor Vincent Dollmann, que aceptó la invitación para presidir la celebración. Entre los concelebrantes se encontraban el padre Hans-Peter Kippels, párroco de la Región Pastoral de Erftstadt; el padre Joseph Pikos, vicario parroquial de Gymnich; así como varios sacerdotes y capellanes de Schoenstatt de diferentes países. En la procesión de entrada, les acompañó una delegación de las asociaciones locales de tiro. El coro Neue Wege (Nuevos caminos), dirigido por Johannes Speckamp, animó la Santa Misa con canciones alegres que expresaban la alegría de la fe.

Firme en la fe y en el amor

En su homilía, el arzobispo Dollmann se refirió al evangelio del día, en el que Jesús anticipa algunas señales apocalípticas del futuro y, al mismo tiempo, anima a sus discípulos: «¡Permaneciendo firmes ganarán la vida!». (Lc 21, 5-19). El arzobispo Dollmann recordó los testimonios de fe de nuestro tiempo y describió al padre Kentenich como un sacerdote que se mantuvo firme en la fe y en la caridad incluso en las situaciones más difíciles, como en la cárcel y en el campo de concentración de Dachau. Podemos seguir su ejemplo en nuestra vida cotidiana siendo fieles en la oración. Hoy, en el 140 aniversario del nacimiento del Padre Kentenich, nos dirigimos a María con plena confianza, tal como él lo hizo, con la antigua oración: «Virgen, Madre de Dios, permíteme ser todo tuyo…».

Alegría familiar y comunión

Como familia del Padre Kentenich, pudimos experimentarlo en el programa que tuvo lugar en la casa parroquial. Todo estaba decorado y preparado. Se sirvió una especialidad de la región del Rin: sopa de guisantes con salchicha. Hubo un animado intercambio de ideas y, en algunos discursos, se percibió el humor característico de la región, que ya conocíamos de las conferencias del propio Padre Kentenich.

Vínculo con la tierra natal

A continuación, tomó la palabra la Hna. M. Doria Schlickmann. Su ponencia, titulada «El apego a la patria en la vida y la enseñanza del Padre José Kentenich», versó sobre este tema.

El Padre Kentenich le otorga una gran importancia a la patria. Vivió su ciudad natal, Gymnich, como un lugar seguro, donde pasó una infancia relativamente despreocupada en el seno de una familia numerosa. El ambiente religioso que lo rodeaba hizo que, desde niño, quisiera ser sacerdote. Estaba convencido de que nuestro último y más profundo anhelo de patria y seguridad converge en el anhelo de Dios.

La Hna. M. Doria también deja clara su procedencia natural de Renania al condimentar la ponencia con su humor y el toque renano, con chistes de la colección Kölsche Krätzcher (chistes en dialecto de Colonia), que el propio Padre Kentenich utilizaba con sus alumnos.

Las canciones religiosas contemplativas, interpretadas con maestría por la Sra. Randy Treybig, contribuyen a que lo escuchado permanezca en la memoria.

La dedicación de la asociación de apoyo en Gymnich

La Sra. Klara Schmitz nos llevó de viaje por la historia de la casa natal del P. Kentenich y por la creación y la labor de la Asociación de Apoyo, que también celebraba su 20.º aniversario.

El Sr. Ludwig Reimers nos ofreció una visión general del número de visitantes, experiencias originales y datos de los últimos años. Siempre está dispuesto a recibir a los visitantes de la casa natal y ofrecerles una visita guiada, pero señala con una sonrisa que ahora son las hermanas las que acompañan a la mayoría de los grupos y se encargan de guiarlos. Para la Asociación de Apoyo es un honor recibir a los grupos procedentes de muchos países. Es impresionante la competencia y la dedicación con la que la asociación está siempre presente.

En una verdadera fiesta de cumpleaños no pueden faltar el café y el pastel, así que el día de celebración termina en un ambiente de alegría.

Momentos especiales

Para los peregrinos de Gymnich, uno de los momentos más silenciosos, pero también muy especiales del día, es la visita a la casa donde nació el Padre Kentenich. Estar en este lugar histórico, donde hace 140 años el Cielo tocó la Tierra con el nacimiento del pequeño José Kentenich, que se convertiría en Padre y Fundador de la Familia de Schoenstatt internacional, es un regalo especial. De este modo, pudimos representar a muchas personas que, en esta ocasión, no pudieron estar presentes.

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