Pertenecer a la red de Santuarios filiales unidos al Santuario original, nos ayuda a comprender el sentido del Santuario Corazón en unión al Santuario original tal como lo reconocemos en los santuarios filiales.
En el Hacia el Padre, libro de meditaciones de Schoenstatt tenemos una oración que reconoce esta derivación de los santuarios: “Mi habitación es tu Santuario”.
¿Qué se experimenta en el Santuario?
En un santuario de Schoenstatt se experimenta la presencia de Dios a través de la Mater. Esto es posible gracias a la fe del Padre Kentenich en la Alianza de amor. Él pidió que María tomara posesión de la capillita para convertirla en un sitio de peregrinación. Esto lo diferencia de cualquier otro templo basílica, iglesia o catedral.
¿Qué gracias experimentamos en el Santuario de Schoenstatt?
En el Santuario de Schoenstatt nos sentimos bienvenidos, acogidos, cobijados, pertenecemos.
Nos transformamos en las manos de nuestra maestra, la Mater, ella tiene el encargo de Dios y lo recibe al pie de la cruz, es educadora de la fe. Transformación interior, no excluyente el milagro corporal. La fórmula “Nada sin ti, nada sin nosotros” refleja la intercesión suplicante de ella por sus hijos, hijos de Dios. Ella adelanta, como en las bodas de Caná, nuestras peticiones y la realización de estas, si así se lo pedimos y si se alinean a la voluntad del Padre.
Nuestro compromiso ascético con la misión de Schoenstatt
Pero también nuestra colaboración es necesaria, podemos peregrinar a los santuarios que tenemos cerca en Centroamérica y la región latinoamericana. Como miembros de Schoenstatt nos comprometemos a usar los medios ascéticos para ser agentes evangelizadores, instrumentos de su misión y llevar a María a cada barrio, a cada lugar donde nos desenvolvemos.
La misión es proyectar esos frutos que se esperan de nosotros, abundantes frutos. Y esa es la tercera gracia que brota del Santuario, tenemos el envío apostólico. A veces la fecundidad no se ve de inmediato, la semilla tiene que caer en la tierra y morir para dar frutos. Esperamos tener santuario filial en Panamá, veremos qué tanto fruto da la semilla sembrada por el padre Rómulo más allá de los santuarios hogares, habitación y trabajo que ya están presentes.
La Alianza de Amor
Buscamos asemejarnos a María. La juventud femenina ha hecho de esa fórmula una canción: “que quien me mire te vea”, seamos transparentes de María.
Algunas reflexiones del Padre Kentenich las encontramos en el Hacia el Padre: Dios Padre nos volvemos hacia ti con el pensamiento y el corazón.1 El corazón no es solo un músculo. El corazón es también un símbolo de la capacidad de amar y eso nos diferencia del corazón de los animales que solo bombea sangre.
No rezamos con el pensamiento a un Dios idea. Nos relacionamos de manera personal y en continua reflexión continuamos citando las reflexiones del Padre Kentenich: con un corazón puro danos realizar fielmente nuestra misión como instrumento de tu bondad.2
Recibe mi corazón puro como el de la Virgen, porque para poder amar a los demás debo sentirme querido.
1 Hacia el Padre, Misa del Instrumento, Credo, estrofa 76
2 Hacia el Padre, Misa del Instrumento, Ofrenda, estrofa 84
También puede leer: http://schhw.net/es/chapter_36.htm