Este año celebramos los 60 años del IV Hito Histórico de la Familia de Schoenstatt. El 24 de diciembre de 1965, nuestro fundador, el P. José Kentenich, regresó a Schoenstatt después de 14 años de exilio. Dos días antes, le prometió al Papa Pablo VI que la Familia de Schoenstatt apoyaría la misión posconciliar de la Iglesia. Para celebrar el jubileo y pedirle a Dios que nos mostrara nuevos caminos para cumplir esta promesa, el P. Alexandre Awi Mello, en nombre de la Presidencia General, invitó a todos a una Santa Misa en la Iglesia de la Adoración, celebrada el 17 de diciembre.

Desafío en el presente y luz para el futuro
El P. Alexandre, como celebrante principal, dio la bienvenida a los miembros presentes de la Presidencia General de Schoenstatt y de las diferentes comunidades del Movimiento. Describió el IV Hito Histórico como un acontecimiento que no solo pertenece al pasado, sino que también nos desafía en el presente e ilumina nuestro futuro. Nos recordó que Schoenstatt no existe para sí mismo, sino que es un instrumento de Dios para la Iglesia en los tiempos actuales.
Por la celebración del Concilio Vaticano II
En su homilía, el Dr. Christian Löhr, rector general del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, abordó las lecturas del Adviento y, a partir de ellas, estableció un puente con los hitos de la historia de Schoenstatt. El P. Kentenich definió los cuatro hitos como acontecimientos fundamentales que, además de su significado histórico, tienen relevancia para el crecimiento interior del Movimiento de Schoenstatt.
El IV Hito se refiere principalmente a la posición de Schoenstatt dentro de la Iglesia y del mundo moderno. Schoenstatt asumió la tarea especial de formar la «Iglesia de las nuevas playas» y comprometerse con la realización del Concilio Vaticano II. El Dr. Löhr abordó brevemente los diferentes acontecimientos que forman parte del IV Hito y citó las palabras del P. Kentenich, quien, en tono coloquial (el 31/12/1965), relató la promesa que le hizo al Papa Pablo VI en la audiencia privada (del 22/12/1965):
«En los últimos días, he tenido la oportunidad de decirles, de una forma u otra, lo que prometí al Santo Padre con motivo de la audiencia inesperada: nosotros, como Familia (…), queremos esforzarnos, con todos los medios, por ayudar al Papa en la (realización de la) misión posconciliar de la Iglesia. Así, la expresión «dilexit ecclesiam» adquirirá un significado profundo y significativo: ¡Dilexit ecclesiam! Schoenstatt dilexit ecclesiam. El amor a la Iglesia nos impulsa a apoyar la misión posconciliar de la Iglesia de la manera más completa posible y en todos los sentidos».

Con María hacia los nuevos tiempos
Mientras cantábamos la canción final «Protéjanos Tu Manto» en diferentes idiomas, la Presidencia General se reunió en la tumba del P. Kentenich para agradecerle su fidelidad inquebrantable al plan de Dios y a su misión. Los miembros se pusieron nuevamente a disposición para su misión y repitieron con confianza: «¡Con María, llenos de esperanza y seguros de la victoria, hacia los nuevos tiempos!».
Un día de encuentro y agradecimiento
Para los miembros de la Presidencia General siguió un día lleno de reuniones en el centro de conferencias Marienland. Los miembros que no pudieron estar presentes en Schoenstatt también participaron de forma virtual. Por la noche, durante un alegre encuentro en la cafetería, dos miembros se despidieron del círculo con palabras de sincero agradecimiento: la Dra. Gertrud Pollak, hasta entonces Superiora General de las Señoras de Schoenstatt, y el Dr. Christian Löhr.

Traducción: Hna. M. Lourdes Macías
