Querida Familia de Schoenstatt:
Algunos de nosotros se acuerdan de la maravillosa celebración de la inauguración del Santuario de Belmonte/Rom, el 8 de septiembre de 2004. Inolvidable fue la procesión con las vasijas provenientes de muchos países, en las que trajimos a Roma el Capital de Gracias de la Familia internacional de Schoenstatt. Eran nuestras contribuciones para la fecundidad de Schoenstatt para la Iglesia en el espíritu del „dilexit Ecclesiam“.
Entre tanto se ha terminado la construcción del amplio edificio de jornadas de Belmonte. En torno del Santuario y de la casa se reúne una y otra vez la creciente Familia de Roma y de toda Italia. Luego del duro período de la pandemia esperamos que vengan al Santuario más grupos de peregrinos procedentes de todo el mundo y utilicen también la casa para sus jornadas.
Frente a los desafíos de la situación actual de la Iglesia y del mundo, en la Familia italiana ha surgido el deseo de ofrecer una corona a la Sma. Virgen.
Mediante esa corona queremos pedirle a la Madre del Señor que se manifeste como reina y vencedora en estos tiempos de cambio.
En el consejo de administración de Belmonte y en la Oficina de Coordinación Internacional (OCI) de nuestro Movimiento percibimos muchas señales de que dicha coronación podría interesarles no sólo a los italianos. Consideramos el Santuario de Belmonte como un símbolo de Schoenstatt para el futuro de la Iglesia. Fue prometido hacia el final del Concilio, en presencia del P. Kentenich, quien el 8 de diciembre de 1965 colocó simbólicamente la piedra fundamental.
Vemos una puerta abierta para que esta corriente de vida de los italianos pueda integrar a muchos. Las crisis sociales y políticas como también las transformaciones en la Iglesia son hoy una realidad global. Quizás la Sma. Virgen nos esté invitando a hacer confluir aquí, en Roma, nuestro amor a la Iglesia, nuestra confianza en la guía de Dios y nuestro deseo de una acción global. Tal como lo leemos en el informe de Roma, muchas cosas están abiertas, de modo que los diferentes países y comunidades pueden sumarse a esta corriente con sus ideas y aportaciones.
Le recomendamos entonces que sopesen en sus corazones esta iniciativa y conversen sobre ella con sus amigos, para ver si es también para ustedes una señal de Dios en estos tiempos.
Coordinación Internacional del Movimiento de Schoenstatt.
Hna. M. Cacilda Becker
P. Heinrich Walter
Coronación de la Reina de Belmonte en 2025 – Primera carta mayo de 2022 puede leerla aquí.