Hace aproximadamente un año surgió en la región de la Toscana (Italia) el primer grupo del Rosario de Hombres, vinculado a la espiritualidad del Movimiento de Schoenstatt. Esta iniciativa reúne semanalmente a los hombres de la comunidad para rezar el rosario (más información aquí). Este momento de oración fomenta el vínculo entre ellos y los convierte en protagonistas de un proyecto esencialmente masculino.
El grupo del Rosario de los Hombres de la Toscana se reúne fielmente todos los últimos sábados del mes gracias a la Mater. Con el paso del tiempo, los encuentros se han consolidado y ha nacido una hermosa amistad, alimentada por la oración y el habitual desayuno con dulces caseros elaborados por las esposas de los participantes. Es realmente algo muy valioso.

El Rosario de los Hombres en Capannoli (Pisa, Toscana, Italia)
En estos meses de otoño, en Capannoli (Toscana), quince hombres se han reunido para continuar con esta hermosa devoción a la Mater. En el silencio de la pequeña iglesia, su oración se ha sumergido en una atmósfera profunda y sencilla. Es sorprendente ver a estos hombres reunirse en la quietud de una iglesia para rezar el rosario en una pequeña ciudad como Capannoli. No hacen ruido, no buscan visibilidad: simplemente preservan una tradición que, en sus manos, vuelve a cobrar vida, se vuelve concreta y adquiere un valor inestimable.
Lo más impresionante es la fraternidad que atraviesa las generaciones: desde los 14 hasta los 84 años, el mismo hilo del Ave María trasciende las diferencias, une experiencias e historias diferentes y crea un puente entre quienes están al comienzo de su camino vital y quienes llevan décadas de recuerdos a sus espaldas. Es un signo de una fe que no conoce edad y que fluye como una herencia silenciosa que no se impone, sino que se ofrece. Así, Capannoli se convierte en un pequeño icono: un lugar donde la devoción no es «cosa de otros», sino una elección libre y compartida; un lugar donde la oración no aísla, sino que construye comunidad; un lugar donde María no es una imagen lejana, sino una Madre que reúne y acompaña.
«Espero que se extienda por toda Italia»

El Rosario de los Hombres nació en la Toscana por iniciativa de Giorgio Bessi, un hombre sencillo y sabio cuya mirada parece traspasar el horizonte. Él mismo cuenta:
«Un domingo, vi en el folleto de la misa un artículo que hablaba de un grupo de hombres que se reunían para rezar. Entonces pensé en intentarlo también. Elegí el último sábado del mes de mayo, invité a algunos amigos y estaba seguro de que no llegaríamos a ser diez, pero para mi sorpresa éramos 15, y luego cada vez éramos más, hasta llegar a ser 25 algunos sábados. Nos reuníamos temprano por la mañana, a las 8:30, y después de la oración nos quedábamos en el porche de la iglesia tomando café caliente y comiendo dulces hechos por nuestras esposas. Se formó un hermoso grupo, no solo de oración, sino también de compartir alegría. Estoy muy contento de haber llevado a cabo esta iniciativa, tanto para nosotros como para animar a otras parroquias, que se sorprenden del resultado que hemos obtenido».
El Sr. Andrea Fiorentini también da su testimonio, en el que destaca:
«Me siento muy feliz y orgulloso de participar en el Rosario de los Hombres del Movimiento de Schoenstatt. Cuando tengo la oportunidad, me alegra conducirlo y llevar la oración de María a través de mi voz como instrumento de Dios. Me llena de alegría la presencia de mi hijo de trece años, cuando está presente, porque siento que se enciende y renueva una nueva generación. El momento de convivencia después del rosario puede parecer superfluo, pero establecemos una especie de amistad con los hombres presentes y es bueno tomar todos juntos un café y un dulce pequeño e intercambiar algunas palabras en la brisa de la mañana. Agradezco la oportunidad que se me ha dado de participar en el primer Rosario de los Hombres italiano y espero que se extienda por toda Italia».

El origen del Rosario de los Hombres de Schoenstatt
El Rosario de los Hombres surgió en Brasil en 1997 y actualmente reúne semanalmente a un gran número de hombres en parroquias y comunidades de todo el mundo. La oración del Rosario de los Hombres se inspira en los valores del Movimiento de Schoenstatt, particularmente en los siguientes aspectos: espíritu de alianza y vinculación al Santuario, espíritu de misión (ser hombres que llevan a María al mundo), formación del carácter, disciplina y compromiso, y responsabilidad con la familia, entendida como primer ámbito apostólico. El Rosario, por lo tanto, tiene también una dimensión profundamente masculina, capaz de forjar el carácter y el espíritu. En Europa, su difusión es más reciente, sobre todo en Alemania, España, Portugal e Italia.

Origen del Rosario
El rosario surgió como una forma de oración meditativa y repetitiva que se desarrolló progresivamente en la tradición cristiana entre los siglos XI y XV, hasta alcanzar su forma actual en el XVI. La oración fundamental es el Ave María, que se compone, en primer lugar, de la parte bíblica (Lc 1, 28 y 1, 42), mientras que la segunda parte («Santa María, Madre de Dios…») se popularizó a partir del siglo XI y no se consolidó hasta los siglos XV y XVI. Una tradición popular atribuye la creación del rosario a san Domingo, aunque esta iniciativa se atribuye al dominico beato Alano de la Roche, en el siglo XIV. En 1569, el papa Pío V publicó la bula Consueverunt Romani Pontifices, que estableció la estructura del rosario tal y como se conoce en la actualidad. En 2002, el papa Juan Pablo II publicó la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, en la que introdujo los Misterios de la Luz, y concluyó: «Una oración tan fácil y, al mismo tiempo, tan rica, merece realmente ser redescubierta por la comunidad cristiana».
Traducción: Hna. M. Lourdes Macías