Coronación de María – Nuestra entrega de confianza filial

Karen Bueno

En el camino hacia la Navidad, el 10 de diciembre recuerda un momento especial para la Familia Internacional de Schoenstatt. Es la fecha de la coronación de la Madre Tres Veces Admirable, cuando recibió el título de Madre y REINA.

Para recordar….

La primera corona ofrecida a la Virgen María en el Santuario Original era muy sencilla y de madera. En 1939, la Familia de Schoenstatt decidió ofrecer a María una nueva corona. Esta corriente de coronación surgió en la comunidad de las Hermanas de María y cobró impulso.

El 10 de diciembre, la MTA recibió la corona de oro, que todos conocemos, y el título de Reina Tres Veces Admirable de Schoenstatt. Con este gesto surgió una cadena de coronaciones, que es un rasgo característico del Movimiento de Schoenstatt en todo el mundo.

¿Volvemos a coronar a María?

El año 2025 será un año muy especial. Además de las diversas actividades de la Iglesia, el Movimiento de Schoenstatt tendrá un momento único de coronación, haciendo viva una vez más esta corriente que trasciende generaciones.

La MTA será coronada «Reina Madre de la Iglesia» en el santuario de Belmonte, en Roma. A lo largo del año, varios peregrinos participarán en este acto, ofreciendo la corona a la Virgen María. Para más información, consulte aquí.

¿Por qué seguimos repitiendo este acto?

El rector de Belmonte, el P. Marcelo Cervi, explica: «Coronamos a María una y otra vez porque, en medio de las necesidades que nos afligen y tras haber agotado todos los recursos humanos, la coronación simboliza la súplica ferviente y la confianza ilimitada en la Virgen María, que es la «omnipotencia suplicante» ante Aquel que puede resolver todos nuestros problemas. Coronar, por lo tanto, es reconocer nuestra mendicidad y, al mismo tiempo, la riqueza de Dios, que todo lo puede».

¿Con qué actitud vamos a coronar?

Al P. Marcelo, natural de Brasil y perteneciente al Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, se le ha pedido que regrese a su diócesis. Sin embargo, seguirá colaborando en la preparación de este año especial junto con el equipo de Belmonte.

Explica la actitud con la que queremos entregar la corona a la Virgen María: «Es necesario entregarse plenamente al Capital de Gracias, orar y sacrificarse, como demostración concreta de que confiamos y esperamos, porque la causa, sea la que sea, está en manos de Dios a través de María».

Y añade: «Entregar la corona significa que reconocemos a María la dignidad y los derechos de una reina, es decir, que está al lado del Rey de Reyes y tiene el derecho y la libertad de presentar cualquier situación que le pida intervenir con poder. Por tanto, nuestra actitud principal es la confianza. Confianza filial y sencilla, abandonándonos en las manos de nuestra Madre, convencidos de que ella se ocupará de todo».

Más información sobre la coronación internacional

En esta página encontrarás toda la información y contactos sobre la coronación en Belmonte. Emprendamos juntos este nuevo año de gracias, que sin duda será un tiempo especial para toda la Familia de Schoenstatt.

Traducción: Hna. M. Lourdes Macías

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