Para que la comunidad pueda ser vivida de forma comprometida y concreta, cada miembro del Instituto de Sacerdotes Diocesanos pertenece a una región, a un grupo y a un curso. El camino vocacional en el Instituto comienza con la solicitud de ingreso en un curso. El miembro permanece de por vida en ese curso, que forma el núcleo familiar del Instituto. En los grupos, en cambio, se aplica el principio regional. Aquí, los sacerdotes de una diócesis o región se reúnen periódicamente, lo que sirve de intercambio de vida y de formación permanente.