Bellavista celebra con gratitud y esperanza el retorno de la Mater a su Santuario

Hna. Josefa María Fuentes

El pasado 12 de abril, cerca de 2 mil personas se reunieron en Bellavista para celebrar con alegría y emoción el término de la primera etapa de renovación de Bellavista tras los daños sufridos por el temporal ocurrido en agosto de 2024.

No obstante, los mismos eventos que generaron el cierre del Santuario y el dolor de tantos peregrinos y miembros de la Familia, se transformaron también en un tiempo de gracias, de encuentro y renovación.

Lo que parecía un gran desafío, se convirtió en una oportunidad para fortalecer los vínculos entre personas, comunidades y familias de todo Chile y el mundo con el Cenáculo, convirtiéndose en un momento de profundo significado para toda la Familia de Schoenstatt y para muchos peregrinos.

La Familia Unida

La reapertura del Santuario de Bellavista se celebró con mucha alegría y devoción.

Hasta la comuna de la Florida, donde se emplaza el Cenáculo, llegaron peregrinos y familias de diferentes santuarios, comunidades y ciudades de todo país, para reencontrarse con la Mater, su misión y este lugar santo e histórico para Schoenstatt.

Vicente Riquelme, miembro de la Juventud de Bellavista y de Pastoral, recuerda este momento como un “gran abrazo de la Mater y una gran alegría volver a verla en su hogar”.

Yasna Aguirre y Sergio Brito, viajaron desde Curicó con su familia y un grupo de más de 10 personas para estar presentes en este importante hito. “Nos sentimos íntimamente ligados a Bellavista por ser el primer santuario de Chile. Lo que más me emocionó, fue imaginarme como si fuera el año 1949 y sentirme como un fundador, y ver cómo las nuevas generaciones nos ponemos al servicio de Dios y de la Mater para estos nuevos tiempos”, comentó Sergio.

“Para mi Bellavista es nuestro hogar, de donde la Mater irradia las gracias a todos los demás santuarios y nos sentimos familia. Fue un día de mucha alegría, ¡como revivir el 31 de mayo!! Donde nuestra alianza se renovó y nos llenó de fe y esperanza”, comentó Yasna.

Desde San Fernando, también llegó una delegación de familias del Santuario Las Rosas de María que se organizaron en diferentes autos para viajar hasta Santiago. “Para nosotros Bellavista es lo más cercano al padre Kentenich. Fue impactante ver el lugar sin sus árboles, es distinto, pero es nuestro santuario. Fue todo muy emocionante. El momento en que llega la Mater, ver la cantidad de gente. La preparación estuvo maravillosa”, comentó Patricia Rivera, coordinadora de Familias.

La segunda etapa: un paisaje con sentido y transformación

A partir de ahora, Bellavista se prepara para dar un nuevo paso en su proceso de renovación. El Santuario no es solo un lugar de recogimiento, sino también un punto de encuentro vivo para familias, trabajadores, personas mayores, jóvenes y niños, quienes encuentran aquí una conexión con Dios, con la Mater, con su propia espiritualidad, y también con la naturaleza y la creación.

La obra central de esta segunda fase es la implementación del proyecto de paisajismo, diseñado con la intención de expresar simbólicamente las tres gracias del Santuario: Acogida, Transformación y Envío, que se logra mediante su composición y la cuidadosa selección de las especies que lo conforman.

Según explica el encargado del proyecto de paisajismo, Héctor Reyes, a cada lado del Santuario, se dispondrán hileras de romeros Tuscani que simbólicamente abrazarán al peregrino, creando un gesto de acogida, con sus líneas de verde persistente y floración azul cobalto, a finales del invierno. La transformación se expresará a través del crecimiento pausado de árboles y arbustos que, con el paso de los años, irán cambiando, reflejando un paisaje que, como la vida espiritual, nunca es estático.

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